Hola, soy María Ángeles,… Bienvenidos
Abro las puertas de esta casa, donde compartir con todos mis ideas, palabras, imágenes y diseños. Donde disfrutar de la naturaleza persiguiendo la belleza de cada flor y de cada hoja. Escritos, poemas, diseños florales, dibujos.
Últimas propuestas
Shasiko para vivir y una ola negra
25/04/2025/por mangeles1964LUZ DE JUNIO. FLAMING JUNE
31/03/2025/por mangeles1964Las flores de mi museo
28/02/2025/por mangeles1964IMAGINASTE ARROYOS VERTICALES
30/01/2025/por mangeles1964Pepitas de oro en medio de un río de montaña.
22/01/2025/por mangeles1964Mensajes de luz
20/12/2024/por mangeles1964Mundos sutiles, ingrávidos y gentiles. La música de Händel y mi clavicémbalo
06/12/2024/por mangeles1964Lejos del mundanal ruido
12/11/2024/por mangeles1964Cada una de ellas en mí es un pájaro
24/07/2024/por mangeles1964Qué dicen de mi
María Ángeles Álvarez, una experta en el arte floral, escribe una poesía austera, esencial y sencilla, de la contemplación y del silencio. De la calma. Atenta a lo que importa: lo más cercano. Una poesía religiosa, en su más hondo sentido.
En Las hierbas de los regatos están blancas. Crónica poética de un agosto en llamas, de la mano de su inseparable maestro san Juan de la Cruz y de un nutrido grupo de grandes poetas (Hölderlin, Wordsworth, Rilke, Eliot, Sophia de Mello Breyner, Tranströmer, etc.), Álvarez levanta un mundo de sonido y sentido en torno al fuego. Tan devastador, tan poderoso. Entre las cenizas y el ahogo, surge, sin embargo, la invencible fuerza de la belleza que, sí, todo lo puede. Una belleza humilde, del verano y del campo, que surge en medio de un territorio que ella conoce muy bien, allá por Gredos.
A merced de elementos naturales como la charca, los árboles, pájaros y plantas, los perros, el río, los pueblos, las lajas de granito… En lo simbólico, de la luz y la sombra, de la noche y el día, del calor y del viento. No falta una presencia ineludible en esta poesía de la compasión y del consuelo: el amor.
Se suma, en fin, a ese esplendor sereno de los versos un puñado de sugerentes, intensas imágenes, tan sobrias como aquéllos, que los enaltecen aún más. Ya lo dice Walt Whitman en la cita que Álvarez coloca al principio: “Pon en primer término, como luz para todos y como canto inaugural de todos, las imágenes”.

María Ángeles Álvarez es una poeta, arqueóloga e historiadora apasionada por lo frágil, por lo insignificante, por lo pequeño que cumple la misión de dejar la huella de lo sagrado en el mundo. Así lo manifiesta en su reciente poemario Y el aire al soplar, publicado por “Cuadernos del Laberinto” donde, con un lenguaje depurado, rescata aquellos instantes que pasan desapercibidos para la mayoría, pero que llamados por su nombre hacen de la vida un lugar habitable.
Me alegra enormemente encontrar este bellísimo libro que interpreta el mundo interior de Teresa de Jesús a través de las flores. De las cosas más bonitas que he visto últimamente. — I heartily #recommend this book that recreates Teresa of Ávila’s inner self through flowers and arrangements

La mayor riqueza de todo ser humano es la que lleva dentro de sí. Frecuentemente escondida y desconocida. M. Ángeles es una mujer que ha tenido la valentía de adentrarse a descubrir, no sólo la inmensa belleza de las flores, de los paisajes, del arte, de la música y hasta de las piedras…, sino de lo más íntimo y profundo del corazón humano.

Resurrección con flores
Desde la antigüedad a Dios se le busca partiendo de las realidades terrenas. Santa Teresa descubre en el agua y la naturaleza la belleza de Dios, una manera de cantar sus maravillas.
Maria Ángeles Sánchez es una especialista en la materia, por su profesión y por haber sabido unirla con la espiritualidad Teresiana. Ha hecho de sus libros un canto a la belleza, en especial el último dedicado al Castillo Interior.
Explicar los misterios de la vida de Cristo a través de la naturaleza es habitual en los libros que más influyeron en Ignacio de Loyola y en
Teresa de Jesús: La vida de los Santos y el Vita Christi. Maria la Virgen es la flor principal y en su castillo, que es su cuerpo, fue engendrado el hortelano, Jesucristo, Señor del mundo y del jardín. El ser humano es un castillo lleno de belleza, donde el hortelano y huésped va cuidando y mejorando el jardín de nuestras vidas.
María Ángeles Álvarez nos hace con su libro «Un castillo de flores» contemplar la belleza y meditar sus comentarios.
¡¡Felices Pascuas de resurrección!!
