Recolectar a fines de julio las lavandas que planté en el campo hace unos años, me encanta. Coger la cesta e irme con mi hija Mencia a cortar ramitos , y ponernos luego tranquilamente a hacer pomanders, gavillas y bolsitas olorosas para colocar en los cajones de la ropa. Y así pasamos buenos ratos descansando con estas preciosas flores entre las manos. Nos gusta ir por la mañana, cuando aun no hace mucho calor y las flores conservan su frescura.
Se conservan muy bien, podemos colgarlas en un lugar oscuro y aireado, pero también podemos directamente trabajar con ellas sin necesidad de terminar su secado, dejando que su olor inunde nuestra casa. Se deben secar a una temperatura inferior a los 35º C, porque si no se evaporan sus componentes alcohólicos como el linalol, el geraniol y el borneol. SE utiliza como perfume desde tiempos de los romanos que las usaban en los baños y también acostumbraban a usarla para ahuyentar a los insectos.
Estaba leyendo las propiedades en nuestra salud de estas flores, y parece que las infusiones de lavanda con otras flores tranquilizantes como la tila, amapola, melisa, pasiflora e hiperico, ayudan cuando tienes migrañas. Y si tienes problemas digestivos puedes mezclarlo con manzanilla, poleo, menta o anís. Vaya creo que lo voy a probar porque tengo en el campo todas estas flores y seguro que al menos me van a relajar un poco,… que ricas.
Después del paseo, colocamos un jarrón sobre la mesa que fue castaño hace años, y fuimos a tocar el piano , la preciosa Consolación nª 3 de Liszt. Un rato de lectura con nuestra gatita Pantys entre las hojas. AH, la vida en el campo, …. no hay nada mas bonito y espectacular que una mañana recogiendo lavandas y viviendo en el campo.!
Os dejo este video del admirado pianista Vladimir Horowitz para que disfrutéis de una música sublime, y de una interpretación legendaria. Comencé a oír cosas de este maravilloso pianista en las clases de mi querido profesor Fernando Campillo al que desde estas lineas saludo. Y compartimos la misma devoción. Claro que sí. Horowith, fue un pianista ucraniano que ha destacado por su personal manera de interpretar muy emocional y con una gran riqueza tonal. Estudió en el conservatorio de Kiev, Ucrania, y se graduó interpretando el concierto nº 3 de Rajmáninov. SU fama comenzó a llevarle dando conciertos por toda Rusia, hasta que en 1926 dio su primer concierto en Brlin y de ahí pasó a Paris, Londres y nueva York, donde fijó su residencia y se casó con la hija del director de orquesta Arturo Tosacnini, Wanda. Desde ese momento, su fama no dejó de crecer, siendo considerado hoy en día uno de los más grande pianistas de la historia.
http://youtu.be/eMkVFZdA1ro