En estos días de otoño tan templados y luminosos, todos los colores de las hojas de los árboles y arbustos se vuelven radiantes y deslumbrantes, y cuando los miras quieres hacer con ellas un montón de arreglos florales, porque en otoño las hojas quitan el protagonismo a las flores, dejan de ser » las eternas acompañantes», para ser las protagonistas. Puedes hacer un precioso arreglo sólo de hojas,  y eliges sin querer el color de las flores para que armonicen con las gamas cromáticas de las hojas, y realmente estas son impresionantes, ocres, amarillentos hasta rojizos amarronados, naranjas brillantes, color cuero a veces, verdes casi transparentes, rojos en camino a los magentas y morados,… qué mezclas tan interesantes!

Y  se me ocurrió hacer un circulo de hojas, para poder disfrutar de todos sus colores, de las hojas como pintadas en los bordes de los viburnos opulus, de las de color miel de los Acer Red Rubin, las increibles hojas verde amarillentas de las Wisterias Chinensis, y las rojizas cobre del Liquidambar del jardín de casa.

Entre troncos del negrillo que la tormenta tiró,  con sus cortezas tan bonitas y agrietadas, y de todas las hojas empecé a sacar la gama y el cromatismo de » las flores acompañantes», sin ninguna idea preconcebida, dejando que sus colores me llevaran en esta aventura, …! y vaya si lo hicieron! Me llevaron enseguida a las orquídeas Cymbidium verdes, con su increíble color tan suave y fresco y a sus manchadas figuras de colores rojizos y pardos; me llevaron a los pensamientos y las violas de color caldero; a las calendulas y las alstromerias amarillas que también viven con la cara toda pintada. A los claveles de colores atigrados, y me puse a hacer el circulo sobre una estructura de metal pintada de negro, toda llena de círculos que dan al arreglo un estilo entre moderno y sofisticado. Coloqué las hojas en grupitos para poder disfrutar de cada tipo, y dejar a la vista del que se entretenga en mirar un  ratito de entretenimiento, y empecé a poner las flores bien hidratadas y selladas para que duren algún tiempo, flotando enredadas en el circulo, y coloqué este sobre un tronco para que la proporción creciera y con ella la elegancia de su porte, y para poder dejar en su base una preciosa rama de cymbidium, como en una caída, como en una preciosa melena de flores.

Pero me puse a mirar y vi que también en algunas hojas de Liquidambar había manchas de color rosa intensos y rápidamente me fuí a buscar unas flores de orquídeas Phalenpsis Hibriden, y casaban de maravilla, y la mezcla tomó mucho mas interés, el cromatismo de la naturaleza siempre nos sorprende y nos ayuda a ser un poco mas libres en nuestros planteamientos sobre la teoría del color, … que tanto nos preocupa a los floristas!. Y cogí una base que parecía de granito pero está pintada sobre las pareces de un vaso, y puse un moss blanco para empezar a trabajar, dejandolo aéreo para que se constituyera su forma de ladrillo en algo mas del diseño, para contrastar o dialogar con el circulo de hojas, y comencé a trabajar los materiales en grupos como si fueran matitas, haciendo un punto vegetativo un poco desviado con unas preciosas ramas de corylus rojo, y para equilibrar hice, con un poco de cuidado, un aro con ellos doblándolos lentamente. Y cuando lo terminé y me puse un rato a mirarlo, me di cuenta que el centro de interés de este arreglo estaba en las hojas,… las protagonistas del otoño!.