Llevo una temporada con mucho trajín, la fase final de mi último libro está dejándome muy cansada. Los minutos parece que se marchan por ahí sin avanzar y tengo la sensación que resbalan hacia dentro como cayendo dentro de una fosa. Y me pregunto cómo puede el tiempo ser tan poco de fiar, hay momentos que dilatados parece que aún viven aunque hace días que ya comenzaron, y otros muchos que a pesar de estar viviéndolos ahora, parece que ya están marchándose sin cumplir todas las expectativas que tenía sobre ellos.
Cogí unas flores del taller, unos rollos de papel brillante, y comencé a traducir al lenguaje de las flores todo esto. Cómo puede caerse mi espíritu en un momento resbalando bajo mis pies, mientras la vida continua como si nada, el trabajo, los deberes de la casa, mis tareas como madre. ¿Es posible vivir en dos momentos a la vez, respirar y continuar con tu apretada agenda, y continuar en este viaje entre paredes tan brillantes? Parece que la experiencia me muestra que es mas que posible, que es real. Por debajo, rodeando, envolviendo,… empapando, arañando, acariciando,… alimentando o, succionando,… durmiendo cerca de ti, se extiende otro universo vestido de belleza, el de lo experimentado, el poso de nuestra propia vida. Y su ritmo y manifestación visual es bien diferente. Suena suave, parecen sonidos mudos que no paran nunca ,como una voz sostenida hasta el infinito convertido en ola de mar en el horizonte. Suena y aveces cruje, ruge, se arrastra, silbando sonidos y tonadas, que roncas parecen dentro del corazón, las rocas del acantilado.
Un mundo tan verdadero como el que vemos, cayendo en un lugar increíblemente profundo, nuestro interior. Si lanzo un tulipán tengo la sensación de que no llegará nunca al fondo, es insondable, como una grieta perforada en la corteza de la tierra.
Un mundo tan brillante como estos pliegos, rotundo en su color, no,… no se anda con mezclas matizadas es así y así se manifiesta. Panza resbalosa que me llevas como patinando hacia abajo, con luz, y con color todo barnizado en estas paredes de color definido. El color de la vida. Y siento con estas flores en la mano, que este movimiento de caída, es luminoso, vivo, es el posos en pintura barnizada de toda mi vida, de lo que el aire, la lluvia, … tanto barro han hecho dentro de mí, mimetizada ahora en florecita que se cae dentro de sí.
Si hablara de oídas, diría que este camino en caída al fondo del ser que se dilata por momentos es guarida oscura y negra, que sólo vive de la luz que a veces le llega. Pero quiero cantar hoy , incluso ahora que estoy tan cansada , que en este patinaje vital, en esta mirada hacia lo hondo, encontramos también a veces la energía, la luz y la vida pintando todo. Lo que somos , lo que hemos vivido, la luz que buscamos la tenemos dentro transformando nuestro ser en algo mas de lo que nos creemos y nos valoramos. Somos entonces como antorchas, linternas,… focos de luz que transforman el stress de cada día en luz para los demás.
Y he comenzado a oír este Lieder tan bello de Strauss interpretado por Andreas Kufmann, tenor sensible y de voz aterciopelada. Me firmó hace unos meses este C.D, y parece que el momento lo elige ahora para fundirlo con mis palabras como en un ovillo de lana.
Und morgen wird die Sonne wieder scheinen
und auf dem Wege, den ich gehen werde,
wird uns Glücklichen, sie wieder einen
inmitten dieser sonnenatmenden Erde…
Um zu dem Strand, dem weiten, wogenblauen,
werden will still und lagsam niedersteigen,
stumm werden wir uns in die Augen schauen,
und auf uns sinkt des Glückes stummes Schweigen…
Y mañana el sol volverá a brillar;
y por el camino que yo recorreré,
nosotros nos reuniremos otra vez, los bienaventurados,
en el seno de esta tierra que respira la luz del sol.
Y a la inmensa playa, bañada por olas azules,
bajaremos despacio y silenciosamente,
calladamente nos miraremos a los ojos,
y sobre nosotros descenderá el mudo silencio de la felicidad.
La noche se aventura a colarse en medio de los quehaceres pero en esta voz reconozco el consuelo, y me dice que mañana el sol volverá a brillar en este camino encharcado de olas de mar que en maremoto se lanzan. Y sí, me gustaría bajar en silencio , descendiendo en tus ojos, siguiendo el rastro mudo de este silencio de la felicidad.
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=ayfMthIsLJ0&w=420&h=315]