Cuando comencé a pensar, leyendo a Teresa, qué símbolo pudiera identificar su visión del mundo, el amor y la universalidad de su mensaje, en un viaje como en balsa crucé un ancho mar muy » tempestuoso». Una imagen con amplitud de mirada, con varios enfoques y distintas profundidades, para que los expertos, hijos e hijas de Teresa, amigos, lectores, investigadores, artistas, escritores, conferenciantes,… pudieran encontrar su propio mar y este fuera patrimonio de todos.
Y rápidamente me fui a una poesía que como las otras páginas escritas por Teresa, tiene esa capacidad de engancharme tanto, y aun la repito de vez en cuando,… Ahhhh ,…. dice así,… dichoso el corazón enamorado,
Dichoso el corazón enamorado
Que en sólo Dios ha puesto el pensamiento
Por Él renuncia a todo lo criado
Y en él haya su gloria y su contento
Aún de si mismo vive descuidado
Porque en Dios está todo su intento.
Y así alegre pasa y muy gozoso
Las ondas de este mar tempestuoso
Alegre y contento, pasando enamorado por este mar de la vida que nos arrolla, nos moja y muchas veces en aguadilla al fondo nos lanza. Otras veces desde la orilla tomamos el sol y sentimos tanto gusto, con la brisa y la arena en forma de tumbona. Nos refrescamos y nos hidratamos también y todo lo pasamos sin temor, y disfrutando, con el corazón tan enamorado,…
Agua, pececitos por allí viviendo, caracolas y conchas, los tesoros mas bonitos del mar al que hemos tenido acceso estos días, flores como bolas de agua ( Alliums Gladiator, y Agapanthus), flores de amor a la búsqueda de la luz ( Ornitogalum ), flores corales de los fondos del amor de las bodegas en las que Teresa disfrutaba con su Amado ( Bromelias), aquellas que siempre se bañan en los rayos del sol para iluminarse y como lámpara se proyectan a los demás (Anthurium).
Y con maderas construimos unas estructuras para contener en sí la playa, con sus conchitas y estrellas, gotas de agua de cristal, para que las flores como algas por encima flotaran y acompañaran a todos los congresistas, conferenciantes, maestros e invitados. Sobre ondas figuradas en tela sobre la tarima.
Quise hacer el retrato de la enamorada Teresa, aquella del corazón tan pillado, y según hemos oído estos días, taladrado de pasión, como una diosa de los mares, entre algas y conchas, emergiendo con su perfil todo trabajado con materiales naturales, conchitas, anís estrellado, café,… Que pareciera rebosar agua, chorrear todo el mar que la envuelve. Con paciencia íbamos pegando cada conchita, y cada grano de café, disfrutando del momento que nos hacía tener a Teresa tan cerca, a la altura de las yemas de los dedos, contribuyendo a una nueva iconografía teresiana llena de mar y de vida natural.
Para la capilla de la Santisima Trinidad, transformada como el salón de actos para poder dar asiento a casi 400 invitados, reservé una imagen marina realmente preciosa, por su lectura litúrgica y de hondo sentido en el cristianismo. La red de Pedro y de los pastores de hoy en día que por el mundo se lanzan a ayudar y cuidar peces que a sus redes se acercan, almas que navegan por este proceloso mar. Y sobre una red, con palitos, levantamos un mastil lleno de estructuras de madera natural, y con estrellas para guiar a las embarcaciones, peces, sirenas, náufragos, yates de paseo y de pesca. Con flores que se constituyeran casi como las cariatides de la proa del barco.
Y a la Virgen María, en este templo carmelita, la identificamos con la Virgen del Carmen, con tanta veneración en los mares y océanos del mundo, y en el corazón de tantos pescadores, salvando vidas con su escapulario, que en forma de estructura reza » Madre mía»,… acuérdate de mi, que en medio de este mar estoy.
El congreso de una semana, con tantas personas en Ávila y miles a través de internet, hablando de Teresa desde distintos ámbitos, creencias, religiones, y puntos de vista. Y todos unidos por este sentimiento de cercanía, lo llaman empatía,…. que Teresa cae muy bien a todos los que abrimos sus libros, y resistiendo el primer envite, el de la comprensión del lenguaje y de la simbología mistica, seguimos leyendo y ya no podemos parar. Sus escritos, que son su vida, oraciones, pasiones, miedos, amores, …. son también como el mar, insondables, con lecturas diferentes sobre los mismos textos para cada día del año, del resto de tu vida.
Expresar estas cosas en lenguaje de las flores, es un regalo que como florista recibo. Llevar a las flores y lo natural a donde realmente deben estar, liberadas de su sombra, de ser sólo ornamento y decoración. Así las dejamos hablar y su mensaje llega al fondo del alma, y con ellas en las manos somos capaces de emprender viajes increíbles al fondo del mar de nuestro interior, porque una sola florecita nos abre en un momento la creación por nosotros y para nosotros creada. Buceando, meditando estos días sobre Teresa, construyendo con bambús, la cruz que produjo su reconversión y que ahogó ya para siempre su corazón. Ese enamorado. Dichoso el corazón enamorado,….
Es la naturaleza, es el fondo y las riberas del mar, el patrimonio de los hombres, el santuario vivo donde encontrar la estabilidad emocional que la vida diaria nos araña y erosiona. Donde encontramos al dueño del corazón de Teresa, que como nos dicen estos días por aquí, entre las aulas de la universidad de la mística, nos mira,… » mira que te mira». Mira que mas que ser un pequeño pez panza arriba secándose al sol y agonizando, somos estrellas que nadan entre las olas guiando a otros, como este centro en el que nos encontramos tan lleno de vida y enseñanzas; somos sirenas como Teresa cantando felices el mensaje de amor que el sol sobre la piel nos unta; somos caracolas abriendo nuestros oídos interiores en esa búsqueda teresiana de nosotros mismos; somos flores que algas suben para acompañar, acariciar y querer a tantos hermanos que necesitan sentirse parte de nuestra familia. La familia de los hijos del mar.
Ha sido un placer diseñar, trabajar y acudir a alguna de las charlas, debate, conciertos, exposiciones de arte, música, danza. Presentar mi comunicación sobre el arte floral como un nuevo tipo de lenguaje místico sublime y cercano, terapia espiritual de cada uno, expresión de ideas y experiencias místicas, y acción de gracias y alabanza por tanta hermosura y tanto amor que en un paseo por el campo recibimos. Y mas que impresionarme por hablar de estas cosas en medio de tantos expertos mundiales, con ellas en mis manos me sentía a flote y muy feliz : salvación personal y acompañamiento en mi vida, incluso en medio de tanto nivel académico y de investigación. Gracias amigas, siempre os siento como las algas esas que del mar se elevan para florecer, y a mi me empujan tantas veces,…
Conocer a gente y amigos de todo el mundo a los que desde estas lineas saludo, y darme cuenta que Teresa estos días es mas que nunca en su historia, … me permitan esto tantos expertos en ella, una mujer del mundo y que el nombre que la define es Teresa de Ávila, porque desde esta pequeña ciudad amurallada del centro de España, salta, navega bucea y nada por los mares y océanos a todo el mundo. Felicito a la orden de Carmelo descalzo y a todo el equipo- familia de CITeS, a su director p. Javier Sancho, por este congreso que por momentos nos ha ahogado en la impresión de ver lo que en todo el mundo se lee y considera a nuestra Santa. Ávila sobre las ondas del mar de Teresa. Y me he sentido tan orgullosa como abulense, la ciudad soleada sobre la muralla se empinaba toda llena de luz y color, y tantos amigos de esta universidad apoyando este congreso con tanto cariño y sensibilidad. Abulenses con el corazón de Teresa atravesado en el de cada uno. Nuestra Santa, así nos gusta llamarla por aquí, tiene muchos amigos en todas partes, » amigos fuertes de Dios».
Sabes Teresa, miles de personas te leen y siguen tus cosas, encadilas a tantos, enamoras a muchos que lo dejan todo por seguirte, y este año del centenario, vemos que tu club de seguidores aumenta. ! Que no pare este ritmo!, quizá es la conclusión de este congreso, el grito del naufrago en medio del mar seguirá oyéndose días y noches: Tierra a la vista !!!! Ávila en el firmamento como barca en medio de todo. Teresa de Jesús, del mar, de Ávila. Sirena que con tus cantos » engolosinas» almas para un bien mas grande.
Felicidades a Teresa y a toda su familia. Y gracias por haberme dejado diseñar y con mis manos levantar este mar aquí en Ávila, y haber podido nadar a ratos, estos días.
las aguas de este mar tempestuoso,
este corazón enamorado,…