LOS LOBOS
Comparto con todos vosotros el dolor y la incomprensión con la sentencia del caso de “la manada.” Un nombre “manada” que ya muestra gráficamente su sentido, como unificador grupal, lleno de instintos primarios, actuando juntos como una camada de lobos, amparándose en un colectivo que aúna sus personalidades y las deja sometidas a su imperio. Me pregunto dónde está la individualidad, donde el pensamiento, la voluntad de cada ser, la ética y la compasión. El individuo dentro de este colectivo deja de ser libre, y se convierte en una especie de chimenea de un volcán, capaz de realizar actos llenos de violencia, vomitando lava, denigrando a una pobre chica, que dentro de sus redes sólo tiene fuerzas para sobrevivir. Si hermana, hija, amiga, yo te creo.
En este año nuevamente teresiano, y en esta ciudad donde vivió una mujer valiente y decidida llamada Teresa de Jesús, tenemos sus palabras y todo su pensamiento vivo, tomando forma de monasterio, de hermanas carmelitas, padres descalzos, de cielo, muralla, roquedo y luz. La tenemos a ella de pie, alzando la voz, pidiendo la palabra, decidida ante los avatares de la vida, haciéndonos ver qué es lo que hay dentro del ser humano, la gran dignidad que tenemos por dentro. La que tiene esta pobre mujer maltratada y vejada, y que también tienen sus violadores aunque a veces el espiral de la violencia, haga de ellos bestias sin un pequeño signo de piedad y de humanidad. Así decía Teresa de este tipo de personas que también atacaban como lobos en el s. XVI, que eran “peores que bestias”
Teresa nos da imágenes, las abre para entendernos a nosotros mismos. Desde estas líneas me gustaría que llegaran a estos lobos que actúan en manada, a tantos maltratadores de otras personas, a tantos violentos que humillan al que tienen cerca, que lo someten y lo denigran. Nos dice que somos por dentro un gusano, viviendo en la inmundicia de la vida, siendo mas crueles que los lobos. Un gusano y un jardín también. Y que tenemos que dejar que toda la metamorfosis que en mariposa nos va a convertir, se realice en nuestra vida. Para no vivir por fuera de nosotros mismos, rodeados de barro, sino para ir sintiendo cómo nos salen alas de dentro del alma, y con ellas podremos dejar de ser lobos y volar como mariposas hacia la luz y hacia la vida.
Teresa también tuvo que llorar por dentro muchas injusticias y vejaciones contra seres indefensos como las mujeres. Sus cartas nos hablan de casos concretos, y allí está ella mas que mostrándonos un camino en esta transformación, señalándonos que lo que el hombre es por dentro es ese camino, día a día, en cada respiración, cambiando y avanzando. Un camino que nos va transformando a cada pisada. El caso de Santa Paula Barbada que en estos días celebramos en este barrio suyo de San Segundo, inocente campesina que al venir a vender sus productos al mercado se encontró con un caballero también cubierto con las pieles de un lobo, y cómo pudo salvarse en el milagro de su barba.
Estaba el otro día, mientras me enteraba de la resolución del caso de la manada, en el Museo del Prado en la Exposición de los bocetos de Rubens. Estaba por primera vez encontrándome con el hombre que hay detrás del artista brillante, polifacético, lleno de color, riqueza y barroquismo vital. Un barroco tan exuberante que siempre me deja fuera. Pero el oro día me encontré con el genio y con el hombre, el que se maravilla con un movimiento y hacer de él, una imbricada composición para mostrar el dinamismo de la vida y como ese fluir pasa de unos personajes a otros, de ti a mi, de Teresa a la eternidad. Los esbozos nos abren no sólo el taller del artista, el momento de la venta del cuadro, sino la mente, y el verdadero nido del arte que está en el alma del artista. Un hombre que pintó la Contrarreforma desde el lado católico, en un momento en el que nuestra Santa era ya un baluarte de santidad y de vida. Rubens la pintó en muchas ocasiones, como en los retratos que pudimos ver en la exposición antológica del año del centenario en la Biblioteca Nacional. Frente a las opulencias y ricos vestidos, movimientos ampulosos, colorido extremado de sus otros cuadros, retrata a Teresa de otra manera, en la verdad sencilla y limpia de su ser. Mostrándonos cómo esto es lo que arma la verdadera belleza, el fondo negro del que emerge la figura en su verdad. Y nos muestra que el castillo mas brillante que el ser humano tiene está dentro de su ser. Un castillo todo de diamante y de muy claro cristal donde nos vemos, desde dónde aprendemos a volar.
Es siempre radical la palabra y el pensamiento de los místicos. Nos sitúan al lado de la verdadera humanidad, también y de manera acentuada cuando está humillada, violada y aplastada por la bota del león, cuando el barro de los gusanos la terminan de aplastar. Siempre al lado de la persona humillada, del castillo pisoteado, de la mariposa cazada en manada. Al lado de ti hermana. Y es radical su pensamiento místico porque nos dolemos al seguir leyendo. Porque apunta que estos violadores sin piedad son también gusanos y tienen dentro de si la potencialidad de vivir en un castillo, y de ser verdaderamente personas y de volar sobre la manada y poder así ser libres.
Me gustaría que la palabra de Teresa llegara y pasara como polilla entre los barrotes de la cárcel de estos lobos. Y que leyeran y comprendieran un poco de qué va la vida, y qué es el hombre y su dignidad. Estoy segura que si reflexionaran de verdad, allí en la celda, solos y apartados, sentirían una vergüenza infinita por sus actos y unas ganas enormes de vomitar tanta violencia, de abandonar la manada, para siempre. Aprenderían de golpe a mirar a las mujeres con un poco mas de respeto y sentirlas dignas, llenas de belleza y valor. Si hermana, amiga, yo te creo y todo esto también me duele.
Articulo publicado en el Diario de Ávila. 2 de mayo. 2018
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