Me crece la mirada,… van andando los días a lo largo del año.
Una meditación con Vicente Huidobro.
Van andando los días a lo largo del año
¿En dónde estás?
Me crece la mirada
Se me alargan las manos
En vano la soledad abre sus puertas
Y el silencio se llena de tus pasos de antaño
Me crece el corazón
Se me alargan los ojos
Y quisiera pedir otros ojos
Para ponerlos allí donde terminan los míos
¿En dónde estás ahora?
¿Qué sitio del mundo se está haciendo tibio con tu presencia?
Me crece el corazón como una esponja
O como esos corales que van a formar islas
Es inútil mirar los astros
O interrogar las piedras encanecidas
Es inútil mirar ese árbol que te dijo adiós el último
Y te saludará el primero a tu regreso
Eres sustancia de lejanía
Y no hay remedio
Andan los días en tu busca
A qué seguir por todas partes la huella de sus pasos
El tiempo canta dulcemente
Y si mis ojos os dicen
Cuánta vida he vivido y cuánta muerte he muerto
Ellos podrían también deciros
Cuánta vida he muerto y cuánta muerte he vivido
Altazor . Vicente Huidobro.
De mis años de arqueóloga de campo me queda una manera de ir por la vida muy peculiar,… rastreando pistas, como un pequeño topo, siempre mirando hacia el suelo voy, intentando saber qué se puede ocultar ahí, intuyendo cada montón de terreno que surge a la superficie, si puede tener una estructura habitacional oculta, restos de un talladero de cuarcita, una villa romana, una piedra hincada… Y me cuesta despegar, dejar de prospectar cada calle, paisaje, camino.
Así encuentro realmente muchas cosas: pequeñas fumarias , tiernas violetas entre mis dedos, sedum entre el granito pulverizado, …molinillos de viento, musgos increíbles, … alguna piedra con restos de talla, una seta de Parasol, una aguileña azul, una euforbia toda mojada, un trozo de vasija, la margarita que el viento volteó … el agua que limpia baña las hojas caídas del castaño.
Creo que esta manera de caminar por la vida, por el campo, por la naturaleza está muy bien, … descubres maravillas al alcance de tus zapatos. Ves de manera muy sencilla, que la belleza natural mas rotunda habita también muy cerca de nosotros y para disfrutar sólo tenemos que tirarnos al suelo un rato, a meditar, a pensar ,… a contemplar la naturaleza .
Pero un día, como dice Huidobro en esta poesía , de repente nos crece la mirada, y empezamos a ver que hay líneas de fuga que se pierden en el horizonte, que hay nubes que estampan el firmamento de colores grisáceos y violetas,… que la carretera del Puerto, nos lleva directamente al azul que vive entre los riscos de Villarejo, por encima de los pinos y de la niebla que en cojines descansa sobre ellos. Que el agua en ondas del Adaja bajo el puente nos lleva hasta el infinito, y las vacas que pastan en Cepeda sobre la pradera siempre encharcada, viven entre cielos muy azules, pespunteando con su mordisco cada brizna de heno , cada mata. Y parece que queremos salir, en este ejercicio, un poco de nosotros y de nuestro ensimismamiento por lo mas pequeño y cercano, y nos atrevemos a mirar mas lejos, a descubrir otros mundos sobre la línea del horizonte rayada por los cables de la luz, “ en vano la soledad abre sus puertas,…
Estaba un día paseando con mis hijas y el perro de la familia por un camino en el campo cercano a casa, muy transitado por ciclistas, por familias como nosotros con otros perritos, por grupos de jóvenes con su merienda,… y de repente, mientras yo estaba en el suelo disfrutando de ver la floración de un sedum rosa, mis hijas se fueron directamente al cielo que parecía envolverlo todo. Y me cogieron el móvil y se pusieron a hacer fotos durante un ratito. Y cuando me levanté y vi lo que habían fotografiado, me impresioné. Cáramba!!, … el cielo estaba azul casi del color del lapislázuri y el camino parecía un peregrino sediento hacia el infinito. Sobre la tierra se alargaban las sombras de mis queridas hijas, y las nubes difuminaban la luz que poco a poco se perdía. Y habían mirado entre sus manos,… y la toma era increíble, un corazón en su mirada. Realmente “ se me alargaron los ojos”, vi por un momento el paisaje y el horizonte entre encinas, con sus ojos. Si, lo vi todo con sus ojos, …y quedó marcado en mi corazón porque entre su mirada y la mía apareció un túnel de doble vía. Y esta experiencia cambia mi forma de mirar, al saber que entre las personas, que entre las personas y las aguileñas, los tréboles enrojecidos, las hojas flotantes, … la línea del horizonte al atardecer, las olas y las ondas que el agua peina,… hay túneles, miradas llenas de vida y de emoción.
Desde entonces creo que mi manera de mirar ha cambiado. Del suelo procuro levantar la vista un poco, sin dejar nunca a un lado lo que junto a mis pies habita. Y quiero desde entonces ver la vida, el paisaje, el horizonte, los olivos que como mar se mueven, la carretera serpenteante de Navadijos ,… desde los ojos de los demás. Dejar siempre la cámara de mi móvil a otras personas y ver el día a día, la naturaleza y la vida desde sus ojos para así poder disfrutar de esta visión en mi corazón. Y ellos, mis ojos ,podrán deciros” Cuanta vida he muerto y cuanta muerte he vivido”.
Desde que empecé a leer este poemario de Huidobro ( 1893, 1948 ), ando detrás de él, como caminando con él en cada palabra: sus pensamientos , la belleza de sus metáforas, su libertad creadora , su estilo tan peculiar,.. » creacionismo». Bueno, al margen de los movimientos y las vanguardias poéticas, hay en la vida del lector de poesía, encuentros. Encuentros entre personas, el escritor y el que se pone un ratito a leer. Encuentros como el mío con Vicente, cautivada por su manera de expresarse, desde el momento que vi que de forma muy personal interpretaba la naturaleza y la vida, como un gesto de amor a ella, » No he de ser tu esclavo, madre Natura; seré tu amo,…. Yo tendré mis árboles, tendré mis montañas, tendré mis ríos y mis mares, tendré mi cielo y mis estrellas,…» ( Manifiesto » Non Serviam). La mirada de Vicente sobre el mundo brotó de este túnel que tenemos dentro, donde las imágenes enraízan lentamente, dónde ejercitamos libremente la capacidad humana mas sobresaliente, la creación. Y puso algunos de sus poemas en epigramas, para colocar sus versos y sus palabras en una línea de fuga, en la línea de su propia mirada, uniendo su escritorio, en su Chile natal,… su pluma, boli , lápiz, su escritura, con la oleada de masa gris azulada que el mar levanta cuando surfea el horizonte.
Y mientras estoy escribiendo estas cosas, meditando sobre la mirada y su enfoque, sobre los túneles, el musgo que se une con la calima que pulveriza los higos, la luz amarilla que de las nubes se desprende,… suena una y otra vez esta preciosa canción de Gabriel Fauré , » Après un rêve». Una pieza compuesta para ser cantada, después de un sueño…. « sus ojos eran suaves»,…
» En un sueño encantado por su imagen
yo soñaba con la felicidad, la ilusión apasionada,
Sus ojos eran suaves, su voz pura y resonante,
usted brillaba como un cielo iluminado por la aurora;
Me llamó y me dejó la tierra para huir con usted hacia la luz, los cielos se abrieron sus nubes para nosotros,
Desconocidos esplendores, vislumbran destellos divinos,
…»
Os dejo la versión para cello que es mi favorita, porque parece que este instrumento canta,… con Rostropovich tocando un arreglo de Pablo Casal. Piano y cello, …
¿En dónde estás ahora?
¿Qué sitio del mundo se está haciendo tibio con tu presencia?
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