Durante el s.XIX en Inglaterra se desarrolló una verdadera pasión por los helechos. Una verdadera Pteridomanía.
Eran las plantas mas deseadas por los jardineros, sustituyendo flores y macizos y también eran la inspiración para muchos trabajos manuales decorativos.
Se enviaban hojas de helechos pegados para felicitar el día de san Valentín, para invitaciones de bodas, bautizos. Aparecieron decoradas las vajillas, cortinas, papeles pintados con hojas de helechos
La locura por los helechos llegó a tal punto que se llegaron a esquilmar algunas variedades. !Se llegó a hablar de la necesidad de legislar para protegerlos!.

En la segunda mitad del s. XIX,….! los padres elegían el nombre de Fer, helecho para sus hijas e hijos!, y también en  el nombre de sus casas: Fern House, Fern Lodge, Fern Ville.
Las hermanas Bronte, las reconocidas escritoras de novelas tan famosas como “Cumbres borrascosas” adoraban los helechos. Salian diariamente a dar largas caminatas, para admirarlos, y recolectar sus hojas. Les recordaban los poemas de poetas románticos como  Dorothy y William Wordsworth.

Dorothy , la hermana de Wordsworth recogía los helechos en los alrededores de su casa en Dove, los transplantaba en su jardín para que su hermano se inspirara y pudiera escribir sus poemas. Charlotte  Bronte se fue de luna de miel a ver helechos,…

 


Como los helechos nacían en lugares oscuros y en medio de bosques, en ruinas, tapias, árboles huecos, cercas, sirvieron como imagen de las ambientaciones de los poemas góticos, dentro de un Revival del estilo, en el arte, arquitectura y diseño. Hadas, duendes se reunían en los claros de los bosques llenos de helechos al caer la noche,…

El helecho se contemplaba como una emanación del alma de las personas, espíritu de artista, con una creatividad orgánica total. Ruskin creía que la mano de Dios podía hallarse en los espirales de los helechos florecidos.

En el lenguaje de las flores, una tarjeta con un helecho significaba fascinación

Esta ramita de helecho
te dirá, sin necesidad de palabras
que, gracias a los encantos de tu arte,
tu  semblante modesto,
tu corazón amante,
me tienes felizmente fascinado

 

¡Ten compasión, piedad, amor!… de John Keats

¡Ten compasión, piedad, amor! ¡Amor, piedad!

Piadoso amor que no nos hace sufrir sin fin,

amor de un sólo pensamiento, que no divagas,

que eres puro, sin máscaras, sin una mancha.

Permíteme tenerte entero… ¡Sé todo, todo mío!

Esa forma, esa gracia, ese pequeño placer

del amor que es tu beso… esas manos, esos ojos divinos

ese tibio pecho, blanco, luciente, placentero,

incluso tú misma, tu alma, por piedad, dámelo todo,

no retengas un átomo de un átomo o me muero,

o si sigo viviendo, sólo tu esclavo despreciable,

¡olvida, en la niebla de la aflicción inútil,

los propósitos de la vida, el gusto de mi mente

perdiéndose en la insensibilidad, y mi ambición ciega!

GuardarGuardar

GuardarGuardar

GuardarGuardar

GuardarGuardar

LA AVENTURERA VIDA DE UNA PLANTA. Pilea Peperomioides

Parece una contradicción afirmar rotundamente, como yo hago ahora, que una planta pueda tener una vida llena de aventuras al modo de una película de acción. Su condición estática y pacífica parece que lo contradice, pero si analizamos un poco este tránsito de su enclave natural hasta mi casa, nos sorprendemos con todo lo que aprendemos.

 

Cuando un columnista manda su artículo nunca sabe la repercusión que puede tener, es el milagro diario de lo que las palabras que escribimos provoca en los lectores, en vosotros amigos. Así  cuando en 1983 Robert Pearson columnista británico sobre temas botánicos pidió alguna información sobre una planta apilada desde hace decenios en el Jardín botánico de Edimburgo , La Pilea Peperomioides, no sabía la cantidad de datos históricos, vitales, botánicos y de aventuras que se le avecinaban. Una joven lectora llamada Jill Sidebohom de Cornualles abrió la caja de Pandora al comentar en una contestación a su propuesta, que ella tenía esa Pilea desde niña. Su au pair  noruego llamado Modil Wigg  trajo de su país la planta como gesto de amistad. Nos preguntamos cómo llegó hasta Noruega  desde China.

 

El origen de su descubrimiento botánico me lleva a una verdadera película de tintes exóticos y de aventuras al modo de Indiana Jones, con el increíble y prolífico trabajo del botánico galés George Forrest que en 1906 encontró estas plantas en las Montañas de Cang, cerca de la provincia china de Yunnan. En un paisaje con rocas afiladas y acantilados que ahora se pueden recorrer tranquilamente por pasarelas.

La vida de Forrest parece salida de una novela, sus vicisitudes en China, la enemistad de los lamas que mataron a toda la expedición pudiendo sólo él salir con vida. Las largas caravanas de cajas llenas de miles de plantas que surcaban ese paisaje tan abrupto, conteniendo mas de 1200 nuevas especies.

Al ir leyendo sus nombres me sobrecoge un temblor, porque constituyen la base de cualquier jardín actual, con Acer davidii ,Abies forrest , Camelia reticulada, Contoneaste lácteus, Hiperico forrest , Jasminum polyanthum , Rododendron de un montón de variedades…

Forrest  pasó de buscador de huesos humanos en su juventud a rastreador insaciable de plantas, hijo de un vendedor de telas se lanzó al mundo como un verdadero aventurero lleno del afán botánico de descubrir y catalogar especies, como esta pequeña planta, la Pilea Peperomioides, una mas de las miles que dejó en el jardín botánico de Edimburgo.

 

Pero junto con la vida de los investigadores discurre la actividad de otras personas que se sintieron interesadas por esta pequeña plantita. Me refiero al misionero noruego Agnar Espergen que había pasado su vida en China ayudando a drogodependientes, dando clases y fundando parroquias, como habían hecho sus padres. Agnar es considerado en Noruega como uno de los grandes predicadores, incluso conoció a su esposa y se casó, junto con otras cinco parejas de misioneros.

En 1944 fueron evacuados todos los misioneros , en un momento muy difícil cuando los japoneses devastaron China, y  se llevó  como recuerdo unos esquejes de la Pilea Peperomioides desde China. El viaje de vuelta haciendo escala en la India duró mas de un año.  Milagrosamente cuando llegó a Noruega los esquejes de las Pileas  parecía que tenían vida, y así lo demostraron al plantarlos y prosperar. Crecieron y se multiplicaron por muchos sitios, pasando de mano en mano como regalo,  como un gesto de amistad. Así los trajo Modil Wigg, como un detalle para sus nuevos amigos.

 

Detrás de una plantita que tenemos en el alféizar de casa hay muchas veces una historia increíble que también nos muestra el pasado, la historia y la evolución de la ciencia.

La familia botánica de las Pileas no deja de interesarme por sus cientos de variedades y por su belleza. La capacidad de supervivencia, no sólo de esta Pilea Peperomioides, sino de otras variedades como las que se han descubierto hace poco en China, como la Pilea Cavernaria que sobrevive en el interior de las cuevas y llega incluso a florecer con un nivel de luz de 0,04% del total.

Las plantas no sólo nos dan consuelo y paz, llenando nuestras habitaciones de naturaleza, sino que si investigamos un poco nos cuentan historias increíbles sobre su descubrimiento y lugar de origen, así sabemos algo mas de cómo cuidarlas, introduciéndonos en aventuras exóticas desde casa.

 

 

 

 

En estos días del confinamiento por la pandemia del coronavirus me he sentido muy afortunada por tener en casa muchas plantas, por tener un pequeño jardín y una terraza llena de helechos. Toda la rigidez, la dureza de esos momentos se evaporaban en cuestión de segundos cuando me ponía a regar, plantar, hacer esquejes o abonar, cuando miraba sus hojitas, el peludo tallo de un helecho azul, la apertura llorona de las Alocasias, la caída hacia el suelo de las miles de bolitas del Senecio Royelanus.

Estos días he sentido la conexión íntima y profunda del hombre con la naturaleza a través de las plantas, los árboles, las hierbas, las flores. No sólo en el sentido de que una plantita de casa me abre en un momento una conexión con la naturaleza- madre rotunda y profunda, sino me hace ver que no son seres inertes, sino que se comunican entre si, que también lo hacen con nosotros, que no se trasladan de un lugar a otro, pero sí se mueven y mucho cada día, en movimientos que podemos hoy en día ver con las cámaras de video.

Este contacto- comunicación con las plantas requiere por tanto que nos tomemos un tiempo mayor del que normalmente utilizamos para cuidarlas. Con este interlocutor que se mueve tan lentamente, debemos entrar a conectar también en este ritmo distinto, que nos introduce en momentos meditativos. En sesiones de midfulness, y de meditaciones de todo tipo, las plantas son un vehículo potente y que nos acompaña, entrando en este proceso, podremos sumergirnos en esa red de comunicación llena de estados electromagnéticos, a través de la red de las raíces. Y podremos llegar a sentir, como dice el botánico italiano Stefano Mancuso, autor de libros superventas, cómo al entrar en estos estadios de conexión, sentiremos bienestar y serenidad, estando muy quietos y a la vez con un movimiento lento y lleno de naturaleza y bienestar.

Pude disfrutar de una clase on line con Stefano, degustando lentamente todo lo que exponía sobre la “plant revolution”, conociendo de manera empírica por medio de sus ensayos y estudios científicos, lo que ya intuía personalmente desde hace mucho tiempo. En su libro “la Nación de las plantas” reconoce que entre ellas hay una practica de ayuda mutua, cómo se comunican los peligros y cómo la combinación de plantas, sobre todo en espacios acordes botánicamente, crea entre ellas un mayor bienestar que se traduce en un mejor cultivo.

Quien se acerque a la agricultura biodinámica y a sus postulados, intentando comprender cada ecosistema como un lugar vivo y lleno de relaciones entre el suelo, las plantas de distinto tipo, los insectos, los pájaros, el cielo, los ciclos lunares, el agua, los abonos y principios activos para las enfermedades y plagas. Los huertos se llenan de caléndulas, bledos, dientes de león y ortigas, hoteles de insectos aparecen en los bordes de la plantación y se va buscando en la tradición agrícola aquellos métodos de cultivo que no son tan dañinos como los que tiene la agricultura convencional, llena de abonos muy potentes, y miles de litros de pesticidas que van directamente a nuestros platos y que afectan sin duda nuestra salud.

Esta pandemia que sufrimos espero que al menos nos haya dado la posibilidad de replantearnos qué está pasando en el mundo ahora, y porqué sufrimos esta plaga. El coronavirus es un problema muy pequeño comparado con el calentamiento global que nos va a llevar como especie humana a la extinción en unas decadas, o quizás menos. Es algo atroz ver las desforestaciones de los grandes bosques del mundo, la subida de las aguas de los océanos, el recalentamiento de la Antártida que el verano pasado llegó a superar los 19 º . El coronavirus nos ha afectado de manera personal, si no guardas las medidas de confinamiento y prevención, puedes enfermar y morir, y eso al ser personal, ha desatado esta situación de alerta, que los expertos nos dicen que va a seguir durante mas tiempo. Es por tanto una llamada de atención de la naturaleza que nos dice que frenemos un poco, que seamos seres mas sensibles y tranquilos. Los hombres somos la única especie que aniquila el medio natural donde vive.

Las plantas son algo distinto a la decoración, son seres vivos, mascotas vegetales que tenemos en casa y que nos aportan muchas cosas necesarias para nuestro bienestar personal, siendo los seres sencillos que realmente somos, viviendo en la naturaleza. Aumentan nuestra creatividad y productividad, nos ayudan a relajarnos y meditar como forma de terapia diaria para seguir con el ritmo de vida, interactuando con ellas iremos obteniendo como premio el silencio y la serenidad. El silencio amable y lleno de vida de un bosque, una `pradera florida o un roquedo sobre los precipicios sobre el mar. Bosque, vida y pradera entre las plantas de mi casa, en medio del confinamiento y la tristeza.

 

 

MEDITACION CON SENECIOS ROWLEYANUS, UNA HOJA DE PELARGONIO DE MENTA Y UNA FLOR DE HIBISCO

A veces me meto en charcos y siento que me ahogo, remo sobre el barro y la suciedad como si estuviera en medio del mar. Abro un poemario de un autor que siempre me sorprende y me ayuda mucho a escribir, Wallace Stevens. La tarde está tan cargada.

Leo a Wallace en el poema que lleva este titulo tan rotundo, MAESTRO DEL BARRO, del poemario Ideas de orden, editado con su versión al español de Daniel Aguirre por Lumen. Un libro fundamental de la poesía norteamericana del s. XX, donde la imaginación entra en dialéctica poética con la realidad como en este bello poema. Y dice así:

Turbios de barro los ríos de la primavera

se están embarullando

bajo cielos turbios de barro.

Está la mente turbia.

 

Para la mente aún nuevas riberas

de abultado verde

no hay;

celestes lados de oro

no hay

la mente se embarulla.

 

Renegridísimo canijo,

del barro hay un maestro.

El haz de luz

que allá desciende, en la distancia, de cielo a tierra,

aquel es él…

 

Autor del brote del melocotón,

maestro del barro,

maestro de la mente.

Los días de julio se van volviendo sedientos, y todo el polvo suspendido se disuelve en el aire, sientes que la sombra de todo la vas absorbiendo, que te van manchando las manos y el interior. Desde que llegó a casa la mata de Senecio Rowleyanus supe que su larga cabellera de pequeños planetas verdes me iba a ayudar con cosas importantes de la vida. Las plantas y los senecios siempre tienen ese efecto en mi vida.

Volvía a casa estos días  decepcionada con algunas personas, con sus actitudes, cansada de trabajar, con migraña recurrente, con los ojos llenos de barro y las manos con un vacío en su corazón. Y sus largos cabellos verdes me reconfortaban sobre todo por una cualidad increíble que tienen y que me transmiten, belleza y libertad, movimiento acompasado y camino, frescura verde, puntuación de lo mas triste y profundo de mi corazón, respiración de planta, mundo redondo de hoja redonda, de planta redonda de mundo redondo de cada flor.

Mirar un poco cómo el cielo está turbio cuando avanzo, sentir nublado el corazón, y sentir al fondo de la larga cabellera verde y llena de puntos-mundos, pensamientos verdes y llenos de frescura. Sentir que hay un maestro al fin para mi como me recuerda Stevens hoy. Mi maestro del barro, el que me saca, autor del brote del melocotón, del haz de luz, de los celestes lados de cada día cuando dejo que me envuelvan con su calor.

Me dijo un amigo estos días, con voz de eco, que ya era hora de aprender a cabalgar , dejando a la vida discurrir ante mi,  abandonando el espíritu en momentos de contemplación, como la larga melena del senecio que en los lomos me lleva lejos de la nube de polvo que se hizo barro en mi corazón.

Tarde de verano de un día de María Magdalena, 22 de julio, sus cabellos sobre mí y todo su corazón cayendo sobre la casa de Jesús. Y el amor arrasando con el barro y la sequedad, lo rígido y gastado, lo monótono y mortecino.  La libertad en forma de vida y de camino, pequeñas puntadas como hojas redondas de senecio lanzadas hacia delante en un mundo lleno de luces turbias y de barro en suspensión. Decía Teresa de Jesús que hay que aprender a dejarse hacer, a dejarse llevar, a dejarnos amar.

Parece que a duo puedo ir cantando ahora con Magdalena, mientras coloco una hoja de pelargonium de menta y una flor de Hibisco sobre lo verde del cabello del senecio, de su mundo en planetas verdes, su respiración entrecortada, el eco del corazón.

Autor del brote de melocotón

el maestro del barro,

maestro de la mente.

Y llueve ahora con fuerza, el ozono llena todo de la atmósfera de tus ojos abiertos, maestro del fondo verde de cada flor. Aire desatado que levantas el polvo, mi tristeza en puntos verdes que como planetas dibujan la piel verdadera que me regalas con cada gota de sol.

 

 

 

Este año he diseñado unas mariposas  para la inauguración del Festival del Piorno 2019 : las realizamos con otros diseños y arreglos en el taller que desarrollamos el día 16 de mayo, en el programa del Piorno en flor que desarrolla ASENORG.

Ya antes de ir a impartir estos talleres en Gredos, para impulsar el amor hacia las flores silvestres, la emoción de vivir en sitios tan privilegiados como Gredos, y empujar el trabajo y la colaboración de los vecinos, ya estoy llena de piornos en mi interior. Es el primer paso, piornizarse,… que significa dejar que toda esa belleza natural entre por dentro, me relaje y me haga disfrutar con su colorido, aroma y silueta toda llena de dulzor amargo.

 

Elegí unas mariposas de papel para que en su sencilla imagen todos volásemos un poco sobre la vida, disfrutando relajadamente de lo que la naturaleza nos regala a cada poco. La actitud de ir por ahí mariposeando, oliendo, posándonos entre flores, arbustos y musgos.

Ver a los vecinos cómo se acercan a estos talleres, en este caso en Navalperal de Tormes, un precioso enclave de la Sierra, con unas vistas increíblemente bonitas. El Aula de la naturaleza donde se desarrolló el taller parecía que estaba dentro de un jardín botánico de piornos, allí salíamos acoger algunas flores, y me parecía increíble cómo todo esta colocado y diseñado con tanta gusto,… por la madre naturaleza.

Las señoras de los pueblos disfrutaron haciendo mariposas, delicadamente pusieron el nombre botánico a cada especie de piornos, realizaron jarrones y arreglos con Moss de manera vegetativa, ramas, cortezas, musgos,… setas.

Dejamos nuestros deseos a los que iban a participar al día siguiente en la inauguración, en forma de arreglos. Piornos como plantitas para ir recreando en nuestros pueblos, jardines, rotondas, entradas de localidades, terrazas, la belleza de esta flor. Cuidándola como lo que es, una verdadera reina,…

Siempre es un gusto coger la furgoneta de Donzoilo y lanzarnos a Gredos, sentirme así, madre pionera, semilla del amor por las flores silvestres,..un regalo de la vida.

 

 

Estaba hace unos días tocando en el jardín de casa mi nueva citara salterio. Desde que la tengo y he comenzado a tocar con ella he encontrado un vehículo precioso para meditar, para dar las gracias cada dia. El rezo de la Horas que hasta hace poco no sabía ni qué era, me encanta, porque parece que pone en mi boca palabras mientras va serenando mi espíritu al ritmo de la melodia.

Ponerte así con una citara en un jardín tiene a veces consecuencias, un pajarito desde alguna rama cerca de mi comenzó a cantar, al hacer unos solos tan preciosos, a seguirme y yo a él. Nos íbamos cediendo la palabra y la música fluía  como si los dos leyéramos en la misma  partitura.

Y senti que salía de mis propios pensamientos que muchas veces están encadenados en mi interior. Se ligan unos a otros de tal manera que crean como una verdadera coraza por dentro de nosotros. Nos sentimos comprimidos, abocados a estar bajo su presión. Se siente nuestra libertad aprisionada. Es así complicado saber qué hacer, como quitarnos esa armadura tan pesada para comenzar a vagar por la vida , a volar por dentro, a ser ligeros y libres.

Los pensamientos van encadenándose a medida que nos vamos haciendo mayores, y cuando están fuertes, muy trabados son muy peligrosos, muy dañinos.  Un pensamiento tiene debajo una vivencia, una emoción que ha sido repensada, digerida, vuelta a un plano más de raciocinio. Así cuando  el proceso se completa, consideramos que todo eso razonado es verdad, y unos a otros los pensamientos se arman. El problema comienza cuando esto lo consideramos verdad pura, y comenzamos a dejarla por ahí reinar. Nos lo creemos,vamos por su camino y todo esto nos guia.

Frente a este entramado de pensamientos cabe poco que hacer por nuestros propios medios y en muchos casos se van conviertiendo en piedras tan pesadas que toda onda de libertad en ella queda escrita y subyugada como los círculos que deja el agua cuando en él se va cayendo una piedra, va cayendo nuestro ser, nuestro intelecto y corazón.

Este proceso se acentúa con los años. Los niños tiene con su actitud una tendencia a liberarse de manera sencilla y natural. Los niños saben desde pequeños lo que significa el verbo confiar. Y con esta actitud pueden avanzar tranquilos y felices a lo largo de sus días.  Ahora siento que por ahí debe estar la medicina espiritual para poder quitarnos la armadura que n0s asfixia, en la confianza.

Estaba intentando expresar todo este entramado mundo interior con flores. Usando su poder sobre mi, sabiendo que la naturaleza es mi verdadera maestra. Vi que si dejaba a un pensamiento seguir solo su camino dentro de mi, tendía a curvar su planeamiento y a cerrase. Cogí unas flores de azaleas del color más rosa que había visto en días, y supe que en ese color me quería sumergir a ver qué veía. El disfrute con el chapuzón en sus pétalos fue tal que cuando me di cuenta estaba poniendo sobre la mesa un grupito de flores en forma circular. nada podía haber ahí fuera más increíblemente suave, tierno y bello que todo lo que sentía en este baño de color.

Y pensé, un poco en cómo continuar, cómo dejar también que otras flores, hojitas, ramas, brotes, aromáticas formarán parte de este baño, abriendo el pensamiento que se cerraba. Volví en un momento al ruiseñor y a su canto libre, sobre la tarde, sin partituras y cómo fui capaz de seguirle y de ir esquiando tras su canto con las yemas de mis dedos sobre la citara. De manera intuitiva por primera ver en mucho tiempo fui cogiendo flores y materiales vegetales dejando que uno me llevara a otro sin más cuestiones que la intuición. Y cuando había cogido flores de bugavillas, calibrachoas, ramitas de mentas, flores de lavanda, ramitas de acer palmatus, flores de cebollinos,  cabezas como bolas de gallardas y bayas negras de durillos, todo ello sobre la mesa comenzó a moverse. Vi la armonia, el color tan rico y sugerente que entre todo había creado, las formas que se dibujaban, la preciosa paleta cromática  libre y sin normas que había nacido allí.

Al llegar a casa en medio del sopor de agosto, con todo esto en mi interior y con un puñado de fotos del teléfono, me acordé de un poeta al que leo muchas veces cuando ando en batallas interiores con la libertad. A Federico García Lorca en su conjunto de poemas póstumos recogidos con el nombre “ Sonetos del amor oscuro”. En un momento donde la libertad interior estaba tan atacada,en  la política,  en todo lo vital,en lo religioso, en la sexualiado, estos sonetos son una bocanada de aire fresco. Tan bellos en su forma que muchos investigadores los comparan con los de Shakespeare, con el mismo San Juan De la Cruz. Hablan de amor y de su dolor, de las heridas y las alas, de la búsqueda de lo eterno de la vida y el combate interior que nos lleva muchas veces a agotarnos y sufrir.  Vamos aprendiendo cada día a dejar a los demás, a nuestros amantes, amigos, a la naturaleza, a la vida en cada palmo que nos hablen, que nos manden largas cartas llenas de amor que nos liberen de tanto corsé vital.

El poeta pide a su amor que le escriba

 

Amor de mis entrañas, viva muerte

En vano espero tu palabra escrita

Y pienso, con la flor que se marchita

Que si vivo sin mi quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra inerte

Ni conoce la sombra ni la evita

Corazón interior no necesita

La miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas

Tigre y paloma sobre tu cintura

En duelo de mordiscos y azucenas.

Llena pues de palabras mi locura,

O déjame vivir en mi serena

Noche del alma siempre oscura.

Federico García Lorca

Siento que todo está ahí en la mesa del invernadero, flores, pensamientos que se van liberando, el canto del ruiseñor, mis yemas doloridas sobre la citara, los poemas de Federico, San Juan y lo eterno. Y cómo música de fondo oigo una palabra que se va desdoblando, erigiendo, floreciendo: confianza. Para volver a ser como niños, para volver a mamar todo aquello que la vida nos regala y que no somos capaces de disfrutarlo.

Feliz verano a todos amigos, os dejo este vídeo que he hecho con todo como un pequeño regalo para todos. Me impresiona muchos vuestra presencia en esta casa, en esta página y en todo lo que me transmitís cada día.

 

 

 

 

 

HORIZONTES Y PAISAJES VIENEN A VERNOS

 

Cuando paseas por muchas ciudades españolas y vas recorriendo los parques públicos y las zonas ajardinadas, sientes que casi todos son iguales. Los mismos árboles, las plazas llenas de pavimentos, y las plantas de temporada que se sustituyen por plástico verde en épocas de ayuno presupuestario. Nos encontramos palmeras al lado de una muralla centenaria, y poco a poco todos los jardines van teniendo el mismo patrón, como de chalé, o de zona residencial. Sin decir nada del lugar donde están, de su propia belleza natural. Si los monumentos dicen, tienen un predicado que contarnos, los jardines también deben tener su propia oratoria, contándonos cosas.

Este fin de semana nos reunimos convocados por el Festival de Piorno en flor en el Parador de Gredos, con una ponencia sobre los piornos y su uso en jardinería, por el reconocido botánico  Álvaro Bueno. El campo está primaveral y entre las lluvias las flores empiezan a despuntar, la primavera se desata en bosques y en cunetas. Soñábamos juntos cómo avanzar por un camino mucho más natural y sensible de la jardinería, donde lo que embellece el campo y nos deslumbra en cada estación se recoja en diseños de paisajes silvestres y naturales, al estilo de los diseñados por William Robinson (1838,1935) naturalista y jardinero irlandés y su “The wild garden”. En esta obra aboga por una jardinería más natural, con el uso de las perennes, arbustos y enredaderas, plantas de rocalla y cubre terrenos”.  Álvaro nos proponía diseños con Encinas, Alcornoques, Quejigos, Pyrus silvestres, Sabinas albares, con grupos de Santolinas, Retamas, Lavandas, Adenocarpos, Citissus y Genistas, entre otros muchos más tipos de especies, en una charla profunda y extensa.

Cuando nos acercamos a Gredos y la belleza natural del entorno nos conmueve, muchas veces nos quedamos en esta sensación y no vamos más allá, no intentamos dejar que todo fluya, que la creación en nosotros avance, tomando parte activa en su recreación en nuestras manos, cuaderno de diseños y pala del jardín.  Cómo conjugar sensaciones y percepción de belleza con las decisiones políticas de un ayuntamiento, de una comunidad, de un país. Un planteamiento que no es para nada contemporáneo.

Rastreo la pista a un intelectual que ha cambiado con su pensamiento libre y auténtico el rumbo de la sociedad, la política y la historia, Jean-Jaques Rousseau. En su obra escrita nos cuenta cosas, reflexiones que tienen muchos siglos encima, pero son de una rabiosa actualidad. Fue perseguido por sus compromisos políticos, y ya mayor y cansado, encontró en el estudio de la naturaleza y de las plantas silvestres su propio interior. En sus “Ensoñaciones de un paseante solitario” mezcla anécdotas, descripciones de plantas, pensamientos sobre la educación y la filosofía política.  Este libro es realmente una invitación a un viaje a la naturaleza en paseos tranquilos, donde lo observado se junta con lo contemplado casi al estilo de los místicos, como diría nuestro paisano Juan de la Cruz, dirigiéndonos paso a paso, a esa búsqueda de la belleza contenida en la naturaleza ¿a donde te escondiste, Amado?

Este pensamiento sobre lo natural como motor de vida y turbina de los diseños de paisaje mas sensibles, tiene su ramificación en el mundo de las flores, dando lugar al “Slow flower”, un movimiento que reivindica la belleza de todas las flores y hierbas que nos rodean, ramas, piñas, piornos, para construir con ellos arreglos florales especiales e únicos. Sensibilidad hacia lo natural que me rodea, recreación de lo observado y fuente de riqueza, abarcando con ello el pensamiento político, poniendo a los ciudadanos en su verdadero patrimonio natural, los jardines y las zonas verdes.

Paseando por Hoyocasero descubres el verdadero lugar donde habita esa palabra tan sanjuanista de la Hermosura. Las Pulsatillas, se mezclan con las Convallarias, y las laderas se llenas de Peonías y Polygonathum, mezclando el aroma que alrededor de la Melisa se siente. Hermosura  al borde del camino mientras observamos y disfrutamos en primera persona,  en nuestra mano, a nuestro nivel. Así dice Pedro Salinas:

No canta el mirlo en la rama

ni aletea la espuma en el agua,

lo que salta, lo que canta

es el proyecto en el alma.

 

Las promesas tienen hoy

rubor de haber prometido

tan poco, de ser tan cortas;

se escapan hacia su mas,

todas trémulas de alas.

 

Perfeccion casi imposible

de la perfección hallada,

en el beso que se dá

se estremece de impaciencia

el beso que se prepara.

 

El mundo se nos acerca

a pedirnos que le hagamos

felices con nuestra dicha.

Horizontes y paisajes vienen a vernos, nos miran

se achican para caberte en los ojos, las montañas,

 se truecan en piedrecillas,

por si las coge tu mano,

y pierden su vida fría,

en la vida de tu palma.

 

Leyes antiguas del mundo,

de ser roca, de ser agua,

indiferentes,

se rompen las cosas

que quieren vivirse también

en la ley de ser felices

que en nosotros se proclama jubilosamente.

 

Todo querría ser dos

porque somos dos. El mundo

seducido por el canto

del gran proyecto en el alma

se nos ofrece, nos dá

rosas, brisas y coral,

innumerables materias

dóciles, esperanzadas

de que con ellas tú y yo labremos

el gran amor de nosotros.

 

Coronándonos de dicha

nos escoge, nos declara

capaces  de creación

alegre. El mundo cansado

podría ser- lo siente-

si nosotros lo aceptamos

por cuerpo de nuestro amor,

recién nacido otra vez,

primogénito del gozo…

Pedro Salinas

Es posible una nueva jardinería más sostenible, bella y sensible, solo necesitamos poner junto con las consideraciones políticas, poemarios, dibujos, contemplación de la naturaleza y vida para ir diseñando algo distinto.

El festival del piorno camina y este nuevo paso abre nuevas líneas de trabajo, creando, recreando también con esta bella flor, llenando todo de color amarillo, dulzón y agreste.

 

 

Mientras nieva, hiela y hace un frio tremendo me acomodo tranquilamente tras los cristales. El panorama es bellísimo, con los árboles cargados de nieves en sus ramas, el hielo acristalando los paseos, la luz rasgándose entre las nubes a ras del suelo. De la manta helada del invierno me levanto disfrutando con todas las plantas del mirador.  Emprendo así un paseo por el campo en una maceta, la eterna primavera, el aroma de la tierra mojada, la gota de riego brillando entre las hojitas que del crudo invierno se refugian. ¿Cómo disfrutaban nuestros antepasados, cómo iban metiendo el campo en casa?

Un paseo que me lleva a lo largo de la historia olfateando tierra húmeda, matas, hojitas y flores como un sabueso en medio de la estepa helada: el disfrute de lo natural recluido en el interior, en el claustro de la vida diaria. Nos hablan ya de esto los antiguos romanos en los restos de la sepultada por el volcán Pompeya con sus casas construidas con patios ajardinados en el interior, el trabajo topiario en mirtos, boj, lentiscos, y plantas con flor como las adelfas y los rosales Damascenos. Plantas para acompañar las oraciones y el tributo a los antepasados, los lararios domésticos, y los jardines sagrados con esculturas de dioses entre árboles de sombra. Plantas aromáticas para cocinar, verduras y hortalizas.

Me remonto a Egipto para seguir el rastro de las plantas pequeñas, aquellas que acompañaban la vida de las familias, con sus huertos en la vega fértil del Nilo con sus limos. Habitando junto a los grandes jardines de los faraones que se extendían, agigantándose por momentos.  Recuerdo las escenas talladas en los relieves de las tumbas como la de la reina Hatshepsut del Museo del Cairo, que nos muestran el viaje al país de Punt, contándonos cómo amaban las variedades botánicas y cómo disfrutaban de ellos en esta y en la otra vida.

Hay restos de macetas de terracota ya desde Grecia, arrastrándose hasta nuestros días entre patios ajardinados, donde se plantaba entre fuentes y cauces de agua. Me acuerdo de los árabes con toda su delicada sensibilidad, dejando a la naturaleza invadir las partes centrales de sus palacios, sus lugares de ocio, de placer, los negocios y asuntos caseros, las amistades. Los patios floridos como manifestación del poder y su vivencia de la naturaleza a diario, plantas y sobre ellas, arcos y artesonados llenos de filigrana y belleza. Naranjos, jazmines, madreselvas entre cipreses, cedros y palmeras.

Las nuevas variedades que ya desde la conquista de América se iban trayendo para estudiar nuevas especies, dieron lugar a los jardines botánicos, algunos con patrocinio real como El Real Botánico de Madrid levantado sobre El Jardín de Migas Calientes, en el trabajo ingente de José Quer y Martinez.  Los jardines y huertas eclesiásticas plantadas a la sombra de las abadías y monasterios pobladas de Abrotanum, Ambrosía, Menta, Nepeta,…

La historia mantiene su pulso en las plantas como en todo lo demás. El disfrute de las plantas a nivel individual y el proceso que ha llevado a llenar nuestras casas y miradores de plantas de procedencia, floración y follaje increíble, abarcando todo el planeta está nuevamente relacionada con el desarrollo de las revoluciones industriales y el nacimiento de la clase media burguesa. En el s XIX las plantas de interior comenzaron a estar a disposición de la gente. Los invernaderos y Orangeries llenaban los parques de belleza, y dentro de las casas se comenzó a coleccionar plantitas, helechos, plantas crasas, palmeras, nuevas variedades de orquídeas, para el disfrute personal.

Ahora nos encontramos rodeados de una variedad increíble de plantas, de orígenes tan diversos, americanas muchas de ellas, asiáticas, llenas de interés, floraciones increíbles, y llenan así la parte de dentro de casa de vida natural en estos días terribles de frio.

Dice el investigador Daniel Chamovitz en su conocida “ What a plant knows” que las plantas debido a su falta de extremidades inferiores locomotoras, desarrollan habilidades para subsistir, y la relación humano-vegetal se refuerza, con transferencia de energía, estableciendo relaciones hasta ontológicas. Y esto es así, y me encanta que un estudio tan reputado como este fraguado en su doctorado en Yale llegue a decirlo claramente. Poder abrir las puertas de casa a la naturaleza, sobre todo cuando estamos castigados con tan crudo clima. Caminar con nuestro espíritu olfateando las flores de las gardenias del salón, es como volver a lugares naturales especiales en un momento … a la pradera esa que pintó Waterhouse con las jóvenes descritas por Bocaccio en el Decameron, mirando a Fiammeta:  “ Estaba tal lugar sobre una pequeña montaña, por todas partes alejado de nuestros caminos,… “  lugares mágicos en la naturaleza, dentro de nuestro interior.Y todo tras los cristales de casa. Un jardín en una maceta, sólo para nuestro disfrute que llega tras una larga historia llena de amor por la naturaleza, buscando formas para plantarla cerca de nosotros, en nuestra casa, ciudad, templo, jardín, paseo, monasterio, invernadero, parterre diseñado por Gertrude Jekyll, senda florida, jarrón de flores, maceta de aromáticas, abetos, rosales en flor, … Ya sabía de antemano que al hablar de plantas tendría que terminar con puntos sucesivos …

Articulo publicado en el Diario de Ávila. 8 de febrero, 2018

 

Ayer día 11 de junio se entregaron los premios de la decoración con piornos en el Parador de Gredos de Ávila. Y yo que iba para acompañar a los pueblos y personas que se presentaron a concurso, y poder entregar algún premio, me encontré con una sorpresa que me hace especial ilusión: ser embajadora de Gredos!!!

Para mi todo este festival del piorno en flor es como un sueño hecho realidad: las flores naturales silvestres como elementos de disfrute, de fiesta, de desarrollo tanto personal como comunitario. Llenar los pueblos y las casas, las plazas, los puentes, las fraguas, los molinos de decoraciones con piornos, hacer que estos bellos pueblos de la Sierra sean aun mas increíblemente bonitos. Y esto es así de manera rotunda, no sólo por la belleza y el disfrute de las creaciones, sino por todo lo que la realización de las mismas levanta dentro de cada uno de los que en estas tareas se adentran. Horas de planteamientos y diseños, buscando la belleza oculta en mi casa, la plaza del pueblo, la ermita, viendo lo valioso y bello de las flores silvestres que nacen a mi alrededor,… viéndolo todo con otros ojos distintos. Llegando a apreciar lo nuestro y a ver cómo con imaginación y destreza puedes hacerlo aun mas bonito.

Es también muy especial lo que crea entre nosotros. Voy a explicar técnicas de arte floral, considerando los piornos como las flores preciosas y delicadas que son, y con todos los que se acercan a estos talleres, se crean vínculos entre nosotros, parece que hablamos un mismo idioma: el de los que amamos la naturaleza, nos sentimos muy orgullosos de su belleza y queremos contribuir un poco a hacerla aun mas bonita, como en un bucle sobre la marea amarilla que envuelve la mirada. Los vecinos van reforzando sus lazos de amistad y de vecindario, juntándose para realizar las obras, recolectando piornos, realizando los arreglos. La individualidad que muchas veces planea sobre nuestra vidas se siente invadida de optimismo y trabajo compartido, amistad y cooperación.

Es muy bello en si este concepto: devolver un poco a la naturaleza lo que ella me da, así como un regalo. Reponiendo mis fuerzas, animándome a avanzar a lo largo de la cadena de obligaciones de cada día, haciéndome disfrutar con la vista, envolviendo todo mi ser en esa nube amarilla de dulzor tan agreste. !Es increíble lo que la naturaleza nos da en Gredos sólo en un paseo tranquilo!

Ser embajadora parece que me empuja a pregonar estas cosas. A buscar la riqueza donde se encuentra de verdad, partiendo de lo que somos y tenemos. Inventar un festival como este de la nada, levanta tanta riqueza personal y social sobre unas matas floridas silvestres de la sierra, estar orgullosos de mi propias raíces y pueblos y mostrándolo a los demás. Eso es crear riqueza sin duda. Y crea riqueza porque al ser auténtico, nacido aquí entre nosotros, se percibe por todo el mundo como algo de verdad, contrastando con tantas iniciativas que son copia de otras y que al copiarse desvirtuar la idea primitiva.

Al ir por estos pueblos hablando y enseñando a amar lo natural como fuente de disfrute personal, ahondando en el lenguaje de las flores mas intimo y auténtico, estamos sin duda creando algo distinto. Algo que se va levantando dentro de nosotros, somos mas sensibles, percibimos lo que nos rodea como algo para nosotros, el aire, el perfume, el intenso color amarillo de los piornos. Y estamos escribiendo en un nuevo lenguaje floral, en el que el piorno significa, alegría, fiesta y amistad. Energía tope para muchos días un poco menos radiantes.

Gracias a ASENORG, a mi querida amiga y piornera mayor Isabel Sanchez Tejado por esta distinción que me llena de emoción!!!

GRACIAS!!!!

.

Taller con piornos y la  decoración para la inauguración del Festival del piorno en flor 2017 en Navadijos.

Poder decorar una ermita de un pueblo tan especial como Navadijos, Ávila ,con flores silvestres es un sueño para cualquier amante de las flores o floristas de corazón. Llenar todo del color amarillo de los piornos, su dulce aroma un poco agreste, y hacerlo con un grupo de vecinos es realmente un gusto y una verdadera fiesta para los sentidos.

Os dejo muchas fotos del día del taller en Navadijos, para que también disfrutes un rato.

Saludo a todos los que estuvisteis compartiendo y trabajando conmigo este día, al alcalde de Navadijos, a mi querida amiga Isabel Sanchez-Tejado, al equipo de Comando Actualidad que estuvieron con nosotros en este día rodeados de piornos.

Estas fotos creo que pueden ayudar mucho a todos los que queréis por algún motivo decorar una iglesia o un lugar en un pueblo pintoresco como este, para celebrar una fiesta patronal, o por otro acontecimiento, una boda, una comunión o un bautizo,…

Con estas decoraciones llenamos de vida nuestro patrimonio, lo sacamos muchas veces de un rincón mas o menos oscuro, tras una puerta cerrada y lo mostramos a los que por allí pasan.

La decoración del coro con matas de piornos trabajadas en moss

LAs fuentes de la plaza las usamos para hidratar a los piornos.

Una imagen increíble,… podríamos escribir una historia entera. Una escalera, matas de piornos y un Cristo probablemente Románico.

Montamos un taller en la entrada de la iglesia, con todo el mundo de lo mas atareado haciendo los diseños.

Al ir haciendo el diseño de los rosarios con piornos, cuando nos dimos cuenta estaba,os recitando los misterios gloriosos !!!! Recordando cuando se reunían las familias para rezarlo,…

Todos a trabajar,… hasta Josefina con mas de 90 año !!!! Qué tierna y que simpática,…

Hicimos un bosque de piornos en el potro de herrar de la plaza y el alcalde con unos hombres del pueblo nos trajeron unas ramas de poda de chopos preciosas. Con Silvia de Donzoilo en pleno trabajo.

Un campanario de cuento,… de Romeo y Julieta,… de Rapuncel,.. de  !!!Dulcefresita echa las trenzas por la ventanita!!! Y así hicimos,…

 

Con el equipo de Comando Actualidad de TVE

Decorando la fuente con cintas amarillas, una corona de piornos y un mar de piornos sobre una malla de alambre

La corona que hizo Isabel para la cruz de piedra,… quedó preciosa. Toda con técnica clásica

La decoración de los altares dejando las imágenes que allí había , con ramitos de piornos y de Acianos, con manzanas, y velas.

Pusimos unos espejos para poder ver el maravillosos artesonado de la cúpula del altar mayor.

 

Decoración de la entrada de estilo vegetativo.

 

Un sueño llamado ” Festival del piropo en flor”

Decoraciones de los confesionarios con los rosarios de piornos en flor.

 

La pila bautismal con sus piorno en corona

Decoraciones con botes de conservas reutilizados.

Os dejo la programación del festival del piano en flor 2017, con muchas convocatorias interesantes.