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Llevo bastantes días buscando una imagen que reflejara la Navidad, para poder desear a todos unas Felices Fiestas. Tenía claro qué elementos tenía que tener, … debía tener flores naturales, nieve, y hielo cristalizando todo, en una imagen con esquís. Tenía que mostrar el verdadero espíritu de la Navidad, pero no sabía muy bien cómo reflejarlo. Me puse a ello y diseñé unos esquís para llenar de flores, ramas y elementos naturales. Poder deslizarnos sobre lo helado de nuestra vida, y dejar que las flores naturales y todo lo natural nos ayuden a movernos con un poco mas de sosiego y de paz. Deslizarme y avanzar por el camino de la vida.

Comencé a oír una música que me acompaña desde la infancia, la Cantata de Navidad, en especial la canción » Jesús alegría de los hombres» Jesus bleibet meine Freude, el décimo movimiento de la Cantata Herz und Mund und Tat und Leben, BWV 147. La compuso Johann Sebastian en 1721 – 1723, sobre las lectura del Libro de Isaias 11: 1-5 del Evangelio de San Lucas 1,39-56. Recuerdo como en christmas del pasado, las navidades con mis padres y hermanos, las cenas y las celebraciones de Navidad, poniendo el Belén y el abeto,…

Y vuelvo a leer a Isaias, …  me sorprendo al leer cómo si antes no lo hubiera leído así,… siento que el verdadero secreto de la Navidad está aquí, con unas palabras e imágenes tan bellas,…Una rama saldrá del tronco de Jesé, un brote surgirá de sus raíces.,… El lobo habitará con el cordero, el puma se acostará junto al cabrito, el ternero comerá al lado del león y un niño chiquito los cuidará,…

Una noche de mediados de diciembre me fui a descansar con todo esto en mi cabeza,… ¿cómo podría expresar este paisaje con flores? Lo que vi claramente es que la imagen de mi interior tenía nieve y hielo. Aunque los días pasaban con frío en Castilla, el panorama no era nevado. Me planteaba a dónde tendría que ir para hacer las fotos.

A la mañana siguiente parece que  este paisaje interior  que buscaba reflejar apareció en la realidad: toda la muralla de Ávila amaneció con un increíble manto de hielo y parece que me impulsó, como si me cogiera de la mano, a ir allí a hacer las fotos y buscar el mensaje de la Navidad.

Todo fue desarrollándose de manera muy especial, al menos así lo viví, cogí el coche y me fui al Lienzo Norte de la muralla a primera hora del día. El frío de varios grados bajo cero no llegó en ningún momento a congelar las manos ni los pies, …. y creo que al sentir todo tan impresionantemente bello bajo los primeros rayos de sol, me calentaba por dentro. Comenzó a funcionar  una nueva calefacción y a rugir el motor desde dentro.

Lleve dos faroles , y sobre el hielo puse los esquís que el carpintero me había hecho, y poco a poco se fue levantando todo. La luz se elevaba como colándose entre los merlones y las almenas de la muralla, iba posándose sobre el hielo y lo hacía brillar, realmente lo alzaba, parecía que sobre todo tomaba cuerpo. Coloqué las ramas de abeto, los tulipanes rojos y blancos, las flores de hortensia otoñal, las ramas de manzano enano Mont Everest, la falsa pimienta, acebos y las ramitas de muérdago. Parecía que Ávila se convertía en una estación de esquí, y que eran las flores las que sobre el hielo se movían , avanzando por un camino que nos llevaban al reino de la Navidad.

Pero lo que allí empezó a surgir fue mucho mas bello y sublime de los que hubiera podido pensar en mis diseños previos. Las joyas no eran las flores frescas que coloqué sino las hojas de los árboles de la ladera de la muralla que congeladas parecían verdaderos diamantes. Cambié la dirección de mi mirada, y me sobrecogió aun mas sentir que los rayos del sol que iban posándose, las elevaban y se hacían mas brillantes, mientras iban a su vez perdiendo la forma, para no ser ya nunca mas vulgares hojas recogidas por el viento en cualquier rincón. Sentía que por allí estaban el lobo y el cordero descansando, transformando la cruda realidad en una nueva vida…

 

En un momento la luz sobre una graminea silvestre se quedó prendida, la elevó sobre la majestuosa imagen de la muralla y allí me quedé mirando un rato. Comencé a sentir que sobre todo mi planeamiento y diseño sobre la Navidad, la mañana con toda su luz quería también contarme algo, y por primera vez me paré. Frenazo en medio del camino helado. Sencillamente observaba todo lo que allí veía. Una pequeña  parada, y un nuevo posicionamiento vital que me situaba mas que al margen de lo que sucedía, en el centro de todo porque sentía que toda esta imagen era sólo para mi, y que se evaporaría como el vaho del hielo.

Comencé a pensar en lo que realmente se celebra estos días, en el nacimiento y en la primavera que sentimos que  brotará del hielo. Oh brote de primavera!!,… Miré mi propia vida, viendo dónde nace  la esperanza, y cómo  donde realmente se encuentra todo es dentro.  Es muy dentro. Ceñidor de esperanza,…rayo que del hielo levanta columnas de vida.

La mirada avanza, y está todo tan helado que me sobrecoge pensar que todo puede al fin prender y arder, nacer, existir, dar un nuevo cambio a la existencia, porque de esto trata la Navidad. Lo impresionante de esto es sentir que el portal donde realmente está y se levanta es dentro, muy dentro. La magia de la Navidad es luz, y es calor, la de tantas personas a las que queremos, a las que recordamos, a las que aunque hayamos olvidado están en nuestra vida. La magia del niño que fuimos, la familia reunida en la que todos queremos siempre celebrar estos días. La magia del amor que sentimos que se nos regala desde nuestro nacimiento, la posibilidad de disfrutar, de compartir, de amar, de devolver un poco de tanto como se nos da. Consuelo y bálsamo del corazón, !eso es la verdadera Navidad!!.

Estando dentro de nosotros podremos vivirlo, y todo el mágico ciclo que rejuvenece la existencia, la primavera que incipiente parece oler sobre el hielo, estará  presente, como una pequeña flor sobre el envés helado de una hoja bajo la muralla. Me defiende de toda pena, es la fuerza de mi vida,

La Navidad aparece como un camino que tengo que andar, y que está dentro de mi. Silencio para oír los sonidos que me guían, y tiempo dentro de mi ajetreada vida para caminar, entrenando en estas nuevas travesías. Tal vez el ingrediente mas importante, el único que de verdad debo poner de mi parte a cada poco es la capacidad para sorprenderme. Dejo así el protagonismo a quien realmente lo tiene, a esa luz que se descuelga, al hielo que hace levantar la belleza de unas hojas barridas del suelo. Y sigo en ellos la senda de la verdadera belleza, que siento que no depende de mi, de mis manos, de mi imaginación, de mi destreza.


Volvemos siempre a las navidades de cuando éramos niños. La mismas recetas en las  en las celebraciones, las decoraciones del abeto, el momento de ir levantando el belén. Y envolviendo  una música  que habla de ese niño que nace en Belén ,… de ese Jesús  que es la alegría de los hombres. Os dejo este video con la actuación e interpretación  de la soprano noruega Sissel. Con ella os deseo una FELIZ NAVIDAD !!!!

Las flores esquían en el hielo en estas Navidades, avanzando por el camino del corazón.

Jesus bleibet meine Freude,
meines Herzens Trost und Saft,
Jesus wehret allem Leide,
er ist meines Lebens Kraft,
meiner Augen Lust und Sonne,
meiner Seele Schatz und Wonne;
darum lass’ ich Jesum nicht
aus dem Herzen und Gesicht.

 

Jesús sigue siendo mi alegría,
consuelo y bálsamo de mi corazón.
Jesús me defiende de toda pena.
Él es la fuerza de mi vida,
el gozo y el sol de mis ojos,
el tesoro y la delicia de mi alma;
por eso no quiero a Jesús
fuera de mi corazón y de mi vista.