DISEÑOS FLORALES Y MEDITACIÓN SOBRE LA VIOLENCIA, EL PERDÓN, LAS LANAS Y LAS FLORES.
V JORNADAS DE ANTROPOLOGÍA, PSICOLOGIA Y ESPIRITUALIDAD » DE VICTIMAS A SUPER-VIVIENTES» . CATEDRA EDITH STEIN. Universidad de la Mística. CITeS. 26-28 de Septiembre. 2014.
Cuando hace unos días comenzó esta Jornada Internacional y un grupo de víctimas de violencia,… de masacres, violaciones, secuestros, comenzaron a contarnos su historia para que por unos momentos la recorriéramos con ellos, en su relato, vino a mi memoria la poesía de Paul Celan, su rabia subversiva contra la sinrazón, la locura de no entender por dónde nos conducimos los hombres, por qué avanzamos pisando alambradas de espino y cascotes de vidrio cortante, cuando lo que realmente nos gusta, lo que buscamos de verdad es poder andar sobre las aguas.
RECELAFLO. Paul Celan.
Cuándo, cuándocuándo,
locuracuándo sí, locura,-
hermano
Cegado, hermano
Apagado, tú lees
esto de aquí, esto de:
Dis-
parates-: ¿Cúando
florece eso, el cuando,
el dónde, el hacia dónde y lo qué
y quien
se desvive y mediovive y pervive y se revive, el
sonido axial, Tellus, en su
oído del alma
zumbante de agudo
oír, el sonido
axial hondo
en el interior de nuestra
circunestelar morada
compunción? Pues
ella se mueve, sin embargo,
en el sentido del corazón.
Durante muchos días estuve dando vueltas a este diseño floral, y tengo que reconocer que he tardado bastante en poder tener claro qué iba a hacer. Quería utilizar todo el poder de consuelo de las flores naturales, usarlas casi como un tratamiento terapéutico, que limpiara heridas, que sellara grietas de forma cálida y confortable. Colores en las gamas mas intensas, naranjas, magentas, morados, para que la paleta de flores que pintara por allí se lanzara sobre todos como una manta. Gerberas, Aconitos, Tulipanes, Anthurios Choco, Eremurus, Rosas Piano, Anastasias green.
Y allí comenzaron a llevarnos de la mano los testimonios, empezamos a patinar en las lagrimas, a arañarnos con los gritos del alma que parecían ese sonido axial del que nos habla Paul. Los arreglos florales se levantaban tan radiantes, como el eco de lo que oíamos, porque mas que naufragar en esta locura, mas que sumergirse en la desesperación, todas estas víctimas súper-vivientes, han conseguido sobre- vivir, y poder con su testimonio plantar un jardín tan florido como este del Encuentro. La belleza de lo natural se repetía sobre el suelo, en los giros, bucles y caminos de las lanas, el mismo nudo cromático, el mismo nudo alrededor de la vida y del dolor. Y poco a poco iban tejiendo dentro de nosotros y entre todos un nuevo tejido fraternal y sincero. Tellis, madre Tierra, siento que sufres con tanta violencia, y te impresionas como nosotros, con el coraje de estos hijos tuyos que mas que resignarse, han sabido renacer de sus heridas y ahora realmente vemos cómo ellos sí andan sobre las aguas.
Encuentros para la esperanza, floreciendo en septiembre. Floreciendo tu vida, Pastora Mira, bella en cada paso que das cuidando al asesino de tu querido hijo; floreciendo en la mirada de Sigfredo Tobón y de su esposa al relatar cómo vivió en el infierno del abismo axial de no tener ni siquiera un refugio vital y emocional en la retaguardia, cuando tras un secuestro por parte de la guerrilla, sufriste otro vestido de justicia nacional.
Desde el primer momento mi diseño quise que tuviera barro también, arcilla que modelar,… nuevas vidas cosidas como con cremalleras de palitos multicolores que son en si mismos como una estela de color en medio del asfalto, del día a día. Recomposición, mientras amasamos nuestro interior desde los barros que la barbarie dejó sobre nosotros, la tierra de las botas del guerrillero que pisotearon la dignidad del que sufría. Como María Rubí al recomponer los cuerpos hacinados para dar un entierro digno a los muertos de su pueblo mientras salía a buscar a su hijo al ombligo de la selva, a arrancarle de las manos del infierno.
Hubo encuentros, peticiones públicas de perdón, testimonios, abrazos entre todos, las madejas del suelo parece que nos ataron y nos cosieron el corazón en estos días, mientras nos sentíamos todos un poco prisioneros de secuestros, nos sentíamos en la cama de un hospital, recomponiéndonos. Estabamos contigo Esther Saez, en tu camilla, estábamos con Clara Rojas en su secuestro, estábamos con María Cecilia Mosquera al estallar el gasoducto… » cúando florece eso, el dónde, el hacía dónde y lo qué y quien». Diana Sofía Giraldo, presidenta de la Asociación de Víctimas visibles de Colombia, fue poco a poco en su ponencia final del Congreso desgranando toda esa barbarie en forma de semillas de perdón y de esperanza, mostrándonos cómo» se desvive, cómo se mediovive y cómo pueden algunas víctimas, sobrevivir, revivir en palabras de Paul. Construyendo un bello jardín personal, lleno de flores increíbles, y comunal a la vez, pintando el horizonte con colores mas alegres. Para levantar como sociedad y como individuos la palabra perdón, viviendo en ella. Cómo han encontrado en lo más hondo de su persona, en su dignidad la fuerza para superar tanto horror, al descubrir que la espiritualidad es el abono mas rico. Superar y perdonar como personas y cómo sociedades el horror de la sinrazón vestida de ideología y panfleto.
Lanas y trapillos sobre el suelo de nuestra «circunestelar morada» como nos dice Teresa de Jesús también, llenando de color cada pliegue, silbando, raspando, dejando que el arco de nuestro corazón arranque una melodía llena de sentido, que se eleve por encima de la mirada. Tocando al unísono en un conjunto sinfónico con todo lo oído y que aún flota, con Francisco Santos Calderón, con Luis Herlindo Mendieta, con Oscar Tulio Lizcano, con Gabriel Moris y con M. Carmen de Felipe, con Lucía Gonzalez ,… sobrevolando la vida y la muerte. La melodía de Edward Edgar » Sospiri» op. 70 me gustaría tocar para vosotros al chelo, con tanto sentimiento y maestría como la que muestra en esta pieza, Sol Gabetta. Sería mi regalo, como » un sonido del alma » en forma de canción.
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=TPMoOk5GzXk&w=560&h=315]
Edward Elgar’s Sospiri op. 70 – Sol Gabetta
No sé muy bien por qué a veces nos hacemos tanto daño, la violencia, el dolor, el miedo,… odio, venganza, locura, rejas, cárceles en el paraíso, calabozos, junglas llenas de fusiles, trenes trufados de muertes, paquetes llevando infierno entre sus dobleces… Cómo podemos llegar a martirizar tanto al otro, humillándolo sin piedad, cuando lo que realmente queremos todos es andar sobre las aguas, lo que de verdad queremos es nadar como hemos nadado estos días, buceando, resbalando de lágrima en lágrima con vuestro testimonio, con vosotros mismos. Gracias a todos.
RECELAFLO
recen las flor
es, la flor. Es.