Caracolas y pensamientos,… una meditación con flores y las palabras de  Tomas Tranströmer y Teresa de Jesús.

La otra mañana, en medio del trabajo en la floristería, vi que salía un poco el sol y que la luz del invernadero bañaba todas las flores haciendo de los colores  de sus pétalos una acuarela viva. Y cuando me quise dar cuenta, estaba haciendo espirales con ellos sobre la mesa, y trazando líneas con las flores desde las caracolas, como perdiéndose en el firmamento de mi mirada en la mesa de pino. Los  pensamientos magentas amarronados son todos diferentes  con caritas pintadas en una gama cromática increíblemente bella que va del crema amarillento, al granate casi negro pasando por el marrón un poco plomizo y el salmón suave. Y estuve colocándolos con una seriación de tamaño y cromatismo que me dejó realmente relajada y feliz, haciendo espirales sin parar. Los vi,  “ocurre  pero pocas veces” ,  por un momento  “ de verdad “. …Os volvisteis visibles!.

Trasnströmer.

 Os volvisteis visibles.

Ocurre pero pocas veces

que uno de nosotros ve de verdad al otro:

una persona se muestra un instante

como en una fotografía pero con más claridad y al fondo

algo que es más grande que su sombra.

Él está de cuerpo entero delante de una montaña.

Es más una concha de caracol que una montaña.

Es más una casa que una concha de caracol.

No es una casa pero tiene muchas habitaciones.

Es impreciso pero grandioso.

Él crece de eso, y eso de él

Es su vida, es su laberinto.

Y creo con Tomas, que cuando miramos  a  algo natural o alguien detenidamente, empujando a nuestra alma en la aventura, nos aparece su mundo , la montaña que lo enmarca, la casa donde habita, el laberinto de su corazón, la esponja que lo nutre de luz y sol, lo impreciso pero grandioso de su existencia y la sombra que sobre mí proyecta. La concha que al mirarla con detenimiento pasa de ser la guarida  amarronada y llena de espuma y baba de un caracol , al palacio de nacar de una caracola marina.

Tranströmer ha sido definido como “ una de las grandes placas tectónicas de la poesía mundial”. Sueco y premio Nobel de literatura, es un gran poeta del amor, del humano lleno de erotismo en su poesía, y del divino también dentro de la tradición  poética sueca mas sublime.

Y mientras disfrutaba del momento, trazando espirales, llegaban los clientes y tenía que atenderles,… si, bajaba a la realidad rápidamente. Un arreglo para un cumpleaños, … qué flores puedo poner en el escaparate de mi tienda de moda, …

Y al rato nuevamente volvía a la mesa de pino y a la luz que por ahí se movía, persiguiendo la belleza mas sublime con el objetivo de mi cámara y de mi corazón.  Como desubicada me encontraba con tantos cambios de ritmo, como una anémona azul casi negra, sobre un canto de cuarcita cogido en un rio, queriendo vivir tranquila un buen rato en mi propio espiral, en mi propia vida, lanzándome a buscar casa y guarida, moviendo la cintura para bailar con los meandros y curvas de cada espiral de mi propia caracola. Mi casa, mi guarida, … rápidamente mi mente voló al lado de una querida amiga,  Teresa de Jesús. De cómo podemos vivir nuestra propia senda en medio de la vorágine de la vida diaria, de cómo nos podemos consolar de las grietas y musgos que al nacar machacan, de cómo podemos oir el mar en nuestra caracola y vivir sin naufragar en su brioso movimiento de olas y pleamares, de cómo hacer suave este camino y andar durante mucho tiempo sin temor.

¡ Oh vida, vida!, ¿cómo puedes sustentarte estando ausente de tu Vida? En tanta soledad, ¿ en qué te empleas? ¿ Qué haces, pues todas tus obras son imperfectas y faltas? ¿ qué te consuela, oh ánima, mía, en este tempestuoso mar? Lástima tengo de mí y mayor del tiempo que no viví lastimada. ¡ Oh Señor, que vuestros caminos son suaves!  Mas ¿ quien caminará sin temor? Temo estar sin serviros, y cuando os voy a servir no hallo cosa que me satisfaga para pagar algo de lo que debo. Parece que me querría emplear toda en esto, y cuando bien considero mi miseria veo que no puedo hacer nada que sea bueno, si no me lo dais vos”.

Exclamación del alma a Dios, nº 1. Teresa de Jesús.

Y con Teresa parece que mi respiración repite, » parece que me querría emplear toda en esto,….»,  en hacer de mis pequeñas flores, Felicias azules tan diminutas, collares para adornar la caracola toda nacarada, hacer  largas caídas en fuga de flores radiantes, abrir lo oculto de un capullo, cascar las nueces en flores injertadas, ser valiente ante la adversidad y de los erizos de castaña, saber hacer un arreglo floral lleno de emoción.  Ver el reflejo  luminosos y nacarado en nuestra propia vida diaria con tanto trajín.

Y en este viaje tan lleno de curvas, que parece que caía muy, muy dentro, aparecieron por ahí otras flores amigas para dar mas interés a las tomas, hojas enrojecidas de partenocisus, y robles, begoñas , minúsculas violas amarillas, en ojos huecos de tallos verdes. » Yo crezco de eso, … hermanos, amigos, clientes, hijos, y eso ,… vosotros ,de mi,… Es mi vida, es mi laberinto».

Parece increíble que con seres tan pequeños y delicados como las flores naturales seamos capaces de lanzarnos a nuestro propio caracol interior en unos minutos, haciendo de algo en principio difícil y fatigoso, una aventura placentera y sencilla. Parece increíble que no sólo nos ayuden a profundizar en nuestro propio interior, sino que se encuentren en él cuando miramos detenidamente, enfocando a través de lo imbricado de nosotros mismos, y desde ahí nos ayudan a subir a la realidad, y a afrontarla de manera mucho mas relajada y feliz. Con las flores podemos describir matices mucho mas sutiles, brillos, tersuras, grietas,  sonidos, pálpitos que se mueven vivos en cada segundo dentro del espiral que el aire desata. Un nuevo vocabulario de verde musgo vestido.

Nos dicen: » vive de forma mas sencilla y menos complicada, libérate de ramas y ataduras, de lianas y sogas que no permiten subir y bajar en este espiral de caracola». Unas amigas que me permiten, cambiar de ritmo muchas veces  al día, en medio del taller de flores atendiendo a los clientes,  … en  mi familia, con las caracolas nacaradas, las astrantias rosas,  con los lisiantos que necesito para decorar mi vida de manera mas delicada y suave, a tono con lo manchado  que sobre el nácar se transparenta.

Os dejo este paseo con caracolas y pensamientos , mi meditación de esta mañana, para que disfrutéis un poco de la belleza de estas flores tan delicadas y de la música de Vivaldi  de su ópera » Orlando furioso»,… con unos solos de flauta que parece que nos llevan lejos,  meandro tras meandro, junto con la voz de bajo que interpreta a Ruggiero.  Una voz profunda y grave que parece surgir de nuestro interior. Y digo también: » Es impreciso pero grandioso», aquí está os volvisteis visibles.  Mi mirada perdida, tranquila y en paz en mi propio espiral. Mi vida.

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