El pasado día 12 de diciembre se desarrolló en el Auditorio de San Francisco un nuevo encuentro poético musical con San Juan de la Cruz, en la sala pequeña con cubierta estrellada y las paredes recubiertas de madera. La imagen sanjuanista elegida, las ínsulas extrañas, allí parecía reflejada, la forma casi de isla, la música rebotando por las paredes que reflejaban imágenes azuladas, dando a todo una profundidad de mirada.
Alumnos de CITeS , músicos y poetas interactuando, creo que creamos un momento lleno de poesía, en su sentido mas vital y vivo, moviéndose y haciendo presente al Santo de Fontiveros de una manera muy diferente a la académica y de biblioteca.
El acercamiento a la obra de San Juan, debe ir envuelta con experiencias artísticas que estén vivas, porque así la lectura profunda de lo que nos dice encuentra su verdadero campo abierto, su lugar en la expresión artística.
Un 3 de diciembre de 1577, con la detención del santo en la casita de la Encarnación denominada “ La Torrecilla”, su posterior ingreso en la prisión del convento del Carmen justo en el lugar de la muralla donde la vista se perdía desde su casa, y su traslado a la diminuta celda de Toledo, se cerró temporalmente la puerta a la vida activa del santo, a su tarea pastoral, de acompañamiento espiritual de monjas y seglares, de ayuda a la Santa en su tarea de reforma del Carmelo, y se abrió otra ventana nueva, la de la creación. Dentro de la celda- prisión, donde no podía casi ni moverse, con un ventanuco abierto arriba a las inclemencias del tiempo, sin papel ni pluma, pudo crear la obra poética mas bella de la historia de la literatura de todos los tiempos, “ El Cántico Espiritual”. Hubo por tanto un proceso íntimo y humano profundo previo a la cárcel, donde sin duda, Juan se encontró absorto en la belleza de todo lo Creado, y no sólo lo disfrutó y se maravilló, lo hizo suyo tan profundamente que ya nada, ni nadie pudo quitárselo. Así dice “ Míos son los cielos, y mía la tierra; mías son las gentes y míos los pecadores, los ángeles son míos, y la Madre de Dios es mía,… y sólo para mi”. Experiencias profundas en la naturaleza y comunión con ese Creador de todo al que conoció tanto, que se atrevió a llamarlo Amado. Oh Amado las montañas, los valles solitarios nemorosos, las ínsulas extrañas, ….”
Cuando analizamos todo lo que hay detrás, sentimos realmente emoción por vivir en el lugar donde él vivió, Ávila. Todo lo que experimentó en los años en la Encarnación, los paseos al borde del Adaja, las excursiones a los collados y montañas graníticas de mas allá de los Cuatro Postes y las estribaciones del Amblés, las nieblas pegadas en las copas de los fresnos del Soto, el cielo azul sobre la atalaya, …. Todo esto configuró el sustrato del Cántico, así lo he reflexionado algunas veces con el pintor Díaz-Castilla. Ávila estaba sin duda dentro de toda esa maravilla creada que lo subyugó, que fue realmente el flotador para no enloquecer. Ávila entendida como lugar de encuentro con el Amado, mientras su vida activa como fraile y sacerdote continuaba, en confesiones, celebraciones y clases, levantando con su esfuerzo la nueva espiritualidad que con Teresa estrenaban.
Y esta idea creo que si la hacemos nuestra, en la vida diaria acercándonos a la naturaleza de manera contemplativa nos muestra el camino de la Creación, y comprendemos cómo él la recreó tan bellamente y sentimos que nos empuja a caminar por ahí. Acercándonos a sus palabras como él se acercó a la naturaleza y absorto se encontró con el Amado. Recreamos su creación al leer sus cosas desde la hondura de nuestra vida de hoy. Las recreamos cuando tenemos ese deseo de poner en pinceladas, versos, escritos, flores, fotografías lo que vemos dentro de nosotros bajo la sombra de lo que él nos dejó. Y así el proceso continua, y entramos en la misma dinámica creadora, cada uno desde su propia manera de ser y de expresarse. Dejamos a un lado, aunque reconozcamos su valor para ir con las armas del conocimiento, lo académico, y nos hundimos en lo que hay en el fondo y que empuja a las artes a recrearlo, cuadros, partituras, poemas.
Ínsulas como la de ayer, llenas de color azul, y el movimiento circular que las envuelve, como un aire, también ya nos va a envolver a todos los que tuvimos la suerte de estar allí. Realmente nos extrañábamos como islas de lo que sentíamos, la palabra de Juan rebotaba en los espectadores, y se hacía palabra en el verso de los poetas. Y todos volvíamos una y otra vez al Cántico, y él nos lanzaba en circulo sobre nosotros a la naturaleza. Lo Creado se recrea así una y mil veces y dentro de cada uno de los que avanzan en este camino, se recrea, dentro de su interior, como su propio patrimonio, a veces toma forma de palabras, de siluetas, de tonalidades, sutiles detalles que se configuran como un todo lo vivido.
Como recitó María Ángeles Pérez López en un haiku : En el silencio,/ diecisiete gorriones,/ alzan el vuelo. El planeo sobre el Cántico y las palabras de San Juan que nos envuelve y nos lanzan a volar.
Articulo publicado en el Diario de Ávila. 15 de Diciembre, 2016
CONGRESO INTERNACIONAL ” MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE” Universidad de la Mistica. CITeS. 5 al 11 de septiembre 2016. Ávila.
Poder utilizar las flores y todo lo natural para poder expresar ideas, sentimientos y oraciones es algo que realmente me impresiona cada día mas. Creo que aportan a las palabras un trasfondo grande y profundo que hunde sus raíces en nuestro interior. Entran a formar parte de lo vivido como las raíces de las algas en una aventura de buceo al fondo de una charca. Te abrazan, y sientes que ya no puedes quitártelas de encima.
Estaba este verano descansando en el campo. Y así como otras veces, el volver a vivir de manera sencilla con mi familia y en pleno contacto con lo natural desataba un motor de energía creativa, y mis libretas se llenaban de escritos, poemas y dibujos, este año no ha sido así. Todo lo que me impresionaba mas profundamente sentía que estaba en mi interior, en lo mas hondo y que era incapaz de crear algo distinto, sólo quería estar ahí , sentada sobre cualquier lugar con los ojos casi cerrados, porque lo verdaderamente único ya estaba dentro. La observación pasaba muchas veces del exterior hacia mi, miraba dentro y me quedaba maravillada con todo. Sin palabras, así me quedaba. La brisa que pasaba, estaba dentro, el canto de los pájaros, el lento caer de alguna hoja, el alborotado crujir de las chicharras en las horas de calor,…todo iba pasando sobre el silencio que se llenaba de sonidos y de vida. A oscuras.
Sin palabras la anfitriona
El invitado
y el crisantemo blanco
Oshima Ryota ( 1718-1787),… este haiku venía una y otra vez como un eco sobre la superficie de mi memoria, como en ondas sobre el agua,… sin palabras,…
Así sentía que los diseños del congreso que estaban en mi mente, tenían que mostrar un poco este proceso también. Esto se añadía a todo lo trabajado antes de haber venido al campo, a todo lo compartido con los organizadores del congreso. Tenía que mostrar de manera clara el regalo que sentimos simplemente con vivir. El sentirnos acariciados, en medio de la naturaleza que con sus brazos abiertos, con su eco infinito no sólo nos acoge sino que con sus manos-raíces-ondas-olas penetra dentro de nosotros e inunda nuestro estanque interior. Lo trascendente de la existencia, de la nuestra en flores; el regalo de la fe, de sentir que toda esa hermosura creada en un momento dado, se comienza a levantar dentro de nosotros, cuando somos conscientes de que esto es para nosotros. Ya no somos sólo los que nos maravillamos de lo creado, las montañas, los ríos trotando, el tembloroso color de un pétalo mojado, somos lo creado, participando de su belleza y valor. Y en este descubrimiento, sentimos que nuestras rodillas tiemblan. Adoramos todo y somos y así nos sentimos, adorados.
En este momento, podemos cerrar los ojos y la meditación de convierte en nuestro equilibrio vital.Volvemos al estanque este, el rincón del mar, la charca, el canal del riego, la acequia, el río en crecida, el agua que brota de la fuente, y así, cada día. Y damos las gracias al sol que se columpia sobre la superficie del agua, al viento, al aguacero, la nieve y la ventisca que hace florecer nuestro ser. Equilibrio y silencio, al encontrarnos en nuestra verdad, y ser capaces de ver también a los demás en su belleza, lejos de artificios, y ropajes sociales.
Mi meditación en estos días de descanso se ha ido muchas veces al lado de mi amigo Juan de la Cruz. Me he sentido tan acompañada, tan cercana con él, desde que he leído sus cosas profundamente, en silencio, dejando que el tiempo se resbalara en cada palabra,… y ya no puedo dejar de hacerlo. Le decía,! oh, Juan, amigo!, como tu, necesito también salir por ahí para sentir en el campo que Dios se manifiesta en mi vida, que Dios está vivo y me abraza, que su santuario está ahí, y que sólo ahí entre los árboles, y los peñascos, las cortantes, y los prados le encuentro, y va poco a poco entrando tan dentro que luego ahí se queda. Araña de raíces mi charca, enturbia cada momento y lo convierte en verdadera vida agreste y rica. Y así es posible, !Oh Juan!, que cierre los ojos, en mis días de descanso, y haya mas naturaleza dentro de mi interior que fuera. Y te pueda entender mejor, cuando estabas en aquella minúscula celda húmeda y salvaje y vivieras a la vez en medio de la naturaleza mas bella jamás creada, el escenario del amor sublime del Cántico Espiritual. Humanidad descarnada, bajas pasiones en los que te humillaban, envidias, rencor, junto con el amor mas sublime que en tu estanque florecía, y la Hermosura de lo creado sólo por amor y en amor conservado mas allá de los limites del tiempo y del espacio.
Misericordia,….. meditaba, para llevar mis diseños florales a un proceso mas depurado tras este verano. Misericordia,….. esto es así.
Y la necesidad de parar un poco en nuestra vida para recoger este regalo que nos cae como gotas cada día, calando nuestra existencia. Gotas llenas de vida y de verdad.
Agua y vida que se nos regala y nos cala y cae sobre nosotros. Eso es para mi la misericordia, lo que he intentado mostrar con flores en este Congreso. Y cada gota de vida que cae, mas que resbalar sobre la piel, se hunde dentro, y lleva en si un momento vivido y el germen del amor ya para siempre. Germen, y raíz, que todo lo inunda. Porque en estas cosas el tiempo se dilata, de manera sorprendente. Tenía todo que caer, ser etéreo, lleno de vida. Y todo quería mostrarlo para todos los que fueran y vivirán estos días en la universidad de la mistica, en flores.
Dalias y crisantemos, flores flotantes, flores del amor. Me fui al estanque de este precioso haiku,… sin palabras,… repetía,… sin palabras,…. porque realmente así sin palabras nos quedamos. Si Invitado,… sin palabras. Un haiku de una poetisa probablemente de una casa real japonesa del s. XVIII. En estos días se ha vuelto a decir algo que ya sabemos pero que es importante no olvidar: que todo se basa en un encuentro, que hay un Invitado, y de ahí arranca esta historia que desde luego, desde la fe es una historia de salvación. De mi salvación también , ahí está lo impresionante. Ahí están mis raíces agarrando fuerte el momento.
Para poder realizar este diseño de gotas que caen llevando vida natural, he utilizado unas bolas transparentes con flores de Crisantemos uniflor Anastasias, de colores, y Dalias dentro. Estas bolas permiten poner un poco de agua dentro y así se comportan como pequeños floreros flotantes. Los colgamos de una estructura en forma de bola de hierro que habíamos pintado de blanco.
Un elemento que quería destacar en el lenguaje era el de la alegría. Creo que cuando decimos misericordia y amor, junto a estos dos términos decimos siempre alegría, nos sentimos amados, aceptados, perdonados,…. en casa, acogidos,… y la manera de desarrollarlo fue con bolas de colores muy alegres que colgamos entre las flores. El resultado fue muy colorido. Lo pusimos a la entrada del CITeS para dar la bienvenida a todos los participantes y amigos de esta casa. Las flores naturales son estupendas para esto, siempre son las mejore anfitrionas que podamos imaginar !!!
Si, El Invitado
Y el crisantemo, la dalia, el gusano, mis hijos, el chapoteo
tanto amor que no cabe en la superficie lisa y profunda
del mar cuando sobre la charca se posa.
Y el Congreso iba de misericordia, y de cómo nosotros también queremos y debemos seguir en esta estela, dejar que el agua fluya, la onda, la luz, el color. Si recibimos tanto dejar que de nosotros también se transparente algo, que algo caiga también. De ahí que el segundo montaje floral que diseñé estaba en la puerta del auditorio, y era parecido al anterior pero su lectura era muy distinta. Las bolas también caían, lo hacían de ramas de encinas cargadas de líquenes plateados con grandes y preciosos Crisantemos Anastasias colgando de colores luminosos pero las bolas estaban hechas de musgo natural, con todo el lenguaje de vida natural y frescura. Y aportaban agua y humedad al arreglo y soplaban sobre nosotros su suspiro, y encima de las flores pusimos unos preciosos helechos que pintamos de color blanco con unas pinturas especiales, para aportar ese mensaje de raíz que acoge, que queda grabada, que da profundidad a la mirada,… Aquí quise mostrar un poco nuestra aportación en el movimiento de la misericordia , casi un baile y cómo tenemos nosotros también que llevar el paso, bailar, dejarnos llevar, enseñar a los demás, disfrutar, aprender, compartir,… Y flotando sobre la fuente de granito del CITeS pusimos un grupito de flores que completaban muy bien todo el conjunto.
En el escenario del auditorio pusimos un grupo de maderas recicladas, que después de estar una mañana con paciencia colocando y pegando, conseguimos dar la forma de una barca. Contamos con la ayuda del p. Jairo Gomez o.c.d. y de la cantante colombiana Dayana Gomez que estaba en esos días en Ávila para cantar y colaborar en el Congreso. Allí en el suelo dimos forma a la barca lentamente los tres. Simbología bíblica, barca de pesca, bellas flores, iglesia constituida por pescadores, flores como medusas recién pescadas, las Anastasias, complementadas con los Amarantos verdes que parecían como redes de pescar. Pusimos unos faroles allí en la orilla, llenamos todo de veletas para que en los momentos orantes el escenario tuviera una iluminación mas tenue y especial.
En la capilla de la Santísima Trinidad, donde se celebraron muchas ceremonias, misas y conciertos, hicimos unos arreglos con maderas en colores naturales. Nuevamente me acordé de San Juan cuando cogí unos palos de madera de deshechos y realicé una cruz sencilla.
Una semana con conferencias de grandes profesores, pensadores y estudiosos de todo el mundo, mesas de debate, encuentros con personas de otras religiones. Conciertos, momentos de tertulias, compartiendo en fraternidad. Se desarrolló el II Festival de música mistica y religiosa, dirigido por Giuliana Cesarinni
Todo lo que hemos oído y vivido cae sobre todos. La suerte de contar con un lugar así como esta universidad que apuesta por este tipo de encuentros que aportan tanto al hombre de hoy tan necesitado de nuevas palabras y que encuentra en los místicos un paisaje nuevo y lleno de interés por el que transitar en su vida. Un remanso en sus palabras, un estanque profundo en sus testimonios y vidas. Pero sobre todo la dicha de saber, que esto que cae, ya estará siempre con nosotros, si realmente los sentidos del alma los tenemos abiertos para recibir lo que es nuestro, para coger nuestra herencia verdadera. Asi sabremos cual es nuestra casa, y sólo con cerrar los ojos podremos volver a ella, buceando, sintiendo como las algas de lo vivido, nos golpean,sintiendo que no,…. no hay palabras.
El Invitado se encuentra allí, ….y allí sentimos que hay crisantemos blancos, blancos como una flor.
Sin palabras, la anfitriona,
El invitado
y el crisantemo blanco
LA música de todo esto ,…Nuestro invitado y Pastor , … la Cantata BWV de Bach 85.
A disfrutar !!!!
Ich bin ein guter Hirt,
ein guter Hirt lässt sein Leben für die Schafe.
Yo soy un buen pastor,
un buen pastor da su vida por las ovejas.
Presentación del libro ” Un castillo lleno de flores” basado en el libro de Teresa de Jesús, ” las Moradas o el Castillo interior”.
Avila, Palacio de Congresos Lienzo Norte, 8 de mayo. 2015.
Para todos los lectores de este blog de” meditar con flores” que habéis ya entrado en este castillo lleno de flores, a base de meditaciones compartidas, músicas, y flores, os dedico este video de la presentación. Así aunque nos separen muchos kilómetros, mares y montañas, continentes, vivimos por un ratito juntos este momento, con flores, música, las palabras de Teresa, entre amigos y familia. Un momento muy especial, una nueva morada, una nueva estancia a donde poder ir cuando me sienta un poco abatida,… a donde también podéis llegar vosotros y entrar. Bienvenidos.
Aquí os dejo este video. Una puerta abierta al castillo de Teresa llena de flores, música y belleza. Con la música creada por Fernando Campillo para este libro, interpretada por una joven orquesta formada por alumnos del conservatorio de música de Ávila, levantamos el castillo. Con la presentación del p. Francisco Javier Sancho Fermín ocd. Las bellísimas imágenes de este libro de Jesús Gallo tomaron vida en el escenario.
https://mariaangelesalvarez.es/wp-content/uploads/2015/05/img_65221.jpg1200800mangeles1964https://mariaangelesalvarez.es/wp-content/uploads/2023/02/Scan-11-1030x309.pngmangeles19642015-05-22 12:16:062016-03-16 17:57:02VIDEO DE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO ” UN CASTILLO LLENO DE FLORES”.
8 de mayo 2015. Palacio de Exposiciones y Congresos ” Lienzo Norte ”
Tengo todavía, después de pasados unos días, la sensación de que aun estamos en el escenario del Palacio de Exposiciones ” Lienzo Norte ” de Ávila. Que la preciosa música creada por Fernando Campillo para este acto e interpretada por sus alumnos del Conservatorio Profesional de música de Ávila, sigue sonando. Que mis hijas, Brianda y Mencía me van dando las flores para levantar, tranquilamente ante todos, este Castillo lleno de flores. Me sigo recreando y disfrutando de colocar cada flor, de ver cuál movimiento es mas esbelto, de sentir su tierna naturaleza entre las yemas de mis dedos. Y realmente me pregunto, amigos, cómo podemos sentirnos tan relajados y felices, con tanta paz encima de un escenario ante casi 400 personas, con cámaras y fotógrafos. Creo que la explicación tiene a su vez como dos raíces. La primera, tiene que ver con las flores naturales, estas pinceladas que utilizamos para levantar el castillo de nuestro interior. Al trabajar con ellas, al tenerlas en las manos sientes que te reconfortan, te quitan miedos y consiguen, no sé cómo, transportarte al jardín, a la mata en la que crecen, al paseo al lado de la reguera, a la siesta en la corteza del abedul, plateada y tatuada de luna. ” Relájate”,… parece que me dicen, mira que las protagonistas de esto somos nosotras, que el regalo de la vida que recibes… somos nosotras, que estamos aquí contigo para tu disfrute, para ti, para tu acelerado corazón que sobre el escenario se mueve.
La segunda explicación tiene que ver con la naturaleza de todo lo que sobre el escenario, con las flores, se crea. No es un teatro en el sentido de ficción,… siento que es de verdad, que la vida, la creación en un momento aparece ante los espectadores. De la nada empiezan a levantarse las moradas, con sus estancias de zinc, en alturas, con sus formas definidas, unas junto a otras, y en cada una aparece un tipo de flor, con un color marcado, bellas y singulares. Allí, en mis palabras a todos los amigos que nos acompañaban dije algo que creo profundamente, que las moradas de las que nos habla Teresa en este libro, son estadios, momentos dilatados de amor que hemos tenido la dicha de vivir. Aquellos que salen del anonimato y comienzan a poblar y a dar vida dentro, moviéndose entre el ahora del momento y la eternidad ensanchada. Que allí como partes de un castillo, de una casa transparente, llena de aspiraciones, deseos, amores, patinazos, fallos y problemas, se levantan. Y entre todos construimos otra morada mas el pasado día 8 de mayo, y siento que aún está levantada dentro de mí; no creo que lo olvide nunca. Aquí está sólida y en pie, porque estas experiencias, vividas con tantos amigos, con la familia,… con Jesús Gallo el fotógrafo artista sobresaliente de este libro, con el p. Javier Sancho compañero en este viaje teresiano al fondo del ser, es de una rotundidad aplastante. Gracias Candelas por leer como la santa tan bien y meternos a todos en sus palabras en un momento. Las murallas de este castillo son de cristal y de diamante, de hielo y su filigrana, en ellas se refleja la belleza de la creación, la vida natural, el cielo que pinta la bondad y la alegría del creador de todo, aquel que robó el corazón de Teresa, que lo taladró profundamente, y que construye su morada dentro de nosotros donde quiere, y en el momento que considera. En un escenario ante cientos de personas también. Y ya para siempre. Gracias.
Leamos este libro con pasión, que el corazón de todos se acelere al ir poco a poco deambulando por sus imágenes. Con el arrojo y el ardor que nace de sentir que esto que cuenta con tanta valentía Teresa, no sólo fue verdad en su caso, en su vida de monja del s. XVI, que hoy en día sigue de actualidad. Mirando nuestro castillo y recreándonos en su belleza, podremos tomar conciencia de que también somos bellos, como flores que viven al borde del estanque. Y que pese a nuestros miles de errores, problemas y fallos, el jardinero de todo se recrea con nosotros, y se siente tan feliz en nuestra compañía. Y cuando comencemos a cultivar este jardín, y florezca lleno de colores y aromas, tendremos la deuda vital de llenar canastillas de flores, de hacer mil diseños y arreglos con ellas, para regalar a los demás un poco de alegría, de vida y de amor. Como floristas viviremos ya, como floristas de corazón.
Cuando estaba preparando este post, y después de hablar con Miguel, el autor de estas preciosas fotografías, me enteré del fallecimiento de este fotógrafo tan querido, en un accidente de tráfico. Acababa de hablar con él, y estaba contento de que usara sus fotos en este texto para que todos pudierais ver un poco la presentación del libro. Miguel, allí donde estés seguro que habrá también un castillo lleno de cristal en el que cobijarte, y te mando mil flores para que te acompañen en esta otra vida que ahora comienzas . D. e. p.
Ahora empieza una nueva aventura para este libro, en la que todos los lectores, y amigos de Teresa tenemos mucho que hacer para compartir sus palabras que sabemos y sentimos que son de ayuda para tantas personas como lo han sido para nosotros. Espero que se lea desde la hondura del corazón y que podáis disfrutar de cada imagen , de cada fotografía, moviendo el espíritu por las moradas que Teresa nos describe, viendo que al andar por ellas, ya son mas que de esta santa, nuestras, con nuestras propias flores, con nuestra decoración.
Llevaré este libro por donde pueda, haciendo mas presentaciones, levantando y compartiendo esta experiencia por otros lugares, … por donde vea que pueda interesar y os mantendré informados, amigos. Gracias por estar siempre ahí.
Libro de gran formato, de 34 x 26 ctms.
Tapa dura con logo impreso y con sobrecubierta fotográfica. Papel de alta calidad y esmerada impresión de calidad.
220 páginas, mas de 120 fotografías de arte de Jesús Gallo, con los textos del libro de ” las Moradas o el Castillo interior” de Teresa de Jesús y los comentarios- meditaciones de María Ángeles.
115 imágenes y diseños florales sobre las metáforas del libro, que muestran el proceso creativo, desde los diseños florales que nacen de la interiorización del texto, hasta la realización de las fotografías en interiores o exteriores concretos, cuando las flores elegidas estaban en su momento de floración y disponibles en el mercado de la flor de Holanda.
Descripción técnica de cada fotografía.
Mas de 1000 variedades de flores con sus nombre botánico.
La presentación del libro por parte del conocido teresianista y director del CITeS y de la Universidad de la mística. p. Francisco Javier Sancho. ocd.
https://mariaangelesalvarez.es/wp-content/uploads/2015/05/img_6522.jpg1200800mangeles1964https://mariaangelesalvarez.es/wp-content/uploads/2023/02/Scan-11-1030x309.pngmangeles19642015-05-18 11:01:352016-03-16 17:57:02UN CASTILLO LLENO DE FLORES. Basado en el libro de Teresa de Jesús ” Las Moradas o el Castillo interior”
II ENCUENTRO INTERRELIGIOSO. ” Desde la Mística a la con-vivencia”. Universidad de la Mística. CITeS. 14-16 nov. 2014.
“… conozcamos nuestra miseria , y deseemos ir a donde nadie nos menosprecia, cualquier desasosiego y guerra se puede sufrir con hallar paz adonde vivimos,… Teresa de Jesus. 4 M 1.
Llevábamos unos días de noviembre muy encapotados y fríos, y así los vivía yo, todo el día corriendo con tantos cambios de ritmo. Y cada vez que atravesaba la puerta del jardín de casa sentía que todas las hojas rojas, marrones, amarillas, ocres,… doradas, parece que al pasar bajo ellas subiendo las escaleras, me relajaban como diciéndome, “ venga, anda,… que ya estás en casa”.
Cuando nos pusimos a pensar con los organizadores de este encuentro cómo decorar el espacio para conseguir un ambiente confortable, íntimo y cálido, rápidamente parece que volé a la entrada de casa, … convencida de que si poníamos unos caminos de hojas de miles de colores sobre todo, como una bufanda, íbamos a conseguir de manera muy rápida y sencilla que todos nos sintiéramos como en casa.
Caminos de hojas multicolores, recorriendo el suelo del aula, mostrando que cuando cerramos los ojos y en la intimidad de nuestro corazón buscamos la verdad, indagando a la vida diaria que a nuestro lado pasa, siguiendo el rastro de la luz entre guaridas oscuras de ratón, arrastrando el corazón entre las rocas que aparecen, soñando nuevos cielos , abriendo las puertas de aquella casa que a lo lejos parece preparada para nosotros, cuando nuestra vida es una continua búsqueda de la belleza, el amor, la paz y la luz, no hay diferencias sustanciales entre nosotros, no,… no las hay.
Vivimos en un mundo muy cruel, violento y salvaje, donde los hombres nos convertimos muchas veces en las peores alimañas y bestias que podamos pensar. Muertes, violencia,… intransigencia flotando por debajo de todo, odio que viste la debilidad de poderío. Pueblos y grupos que buscan su identidad en creencias y religiones que encorsetan el espíritu, lo amarran a ritos y ceremonias sin hondura de fe, que buscan su identidad enfrentándose a los demás, considerados como enemigos. Que llegan a la violencia y la muerte de los otros, abanderados en la religión, sintiéndose poseedores exclusivos de la verdad. Una verdad impuesta sobre las personas, incapacitándolas para su propia búsqueda y su propio camino.
Pero en estos días, entre las hojas del jardín, hemos descubierto un sentimiento único y rompedor de tanta sinrazón: la hermandad. Si, al sentirnos hermanos todos, se acaban las imposiciones, los planteamientos radicales, los miedos y la intransigencia. Cuando sientes que los demás, cada uno en su religión , andan en un camino en pos de la verdad que cimienta su vida, y sientes también que ese camino no es tan diferente del tuyo aunque muros de doctrina, ritos, creencias y ceremonias nos separen, tienes la percepción interna de que ahí nace la semilla que puede hacer surgir el verdadero árbol, el árbol de la vida. Un sólo tronco que sobre los sustratos terrosos, arenas, arcillas, margas, detritos y corrientes de agua se eleva. Un tronco tan robusto como flexible, arrastrándose como una serpiente por todo el mundo y sus escenarios, el desierto, la opulencia, el estrés. Abierto en tantas ramas, que buscan la luz, el calor y que en sus hojas dejan que la vida se marque en su propia piel. Hojas multicolores, a veces amarronadas, arañadas, otras felices flotando en un charco, pudriéndose en el fango, sobre la mesa del taller de los floristas como estrellas de diseños increíbles, secándose al sol, crujiendo en conciertos eternos, mostrando su tierna condición, la belleza de la creación y su legado, … dejándose caer en la lengua del viento que las mueve y las recoge sobre el jardín.
El paso de todo lo vivido estos días, queridos compañeros y ya hermanos de religiones tan dispares como la musulmana, hindú, judía, budista y cristiana, debe no sólo dejar un poso en nuestro corazón, que he sentido estos días que así a sido, sino creo que debe crear dentro de nosotros un anhelo real e imparable de contar estas cosas, de gritar suavemente, de susurrar con potencia sobre este mundo tan cruel e injusto, que es posible el entendimiento y que la paz puede nacer de encuentros como este, si todos juntos empujamos un carretillo de jardín lleno de hojas. Un carretillo construido de una materia muy especial, aquella que nos define como personas, la espiritualidad. Porque todos nosotros somos testimonio vivo de que el diálogo, y la oración cuando se realiza desde en corazón desnudo, desde la verdad de nuestro ser, desde la oración entendida como diálogo, nos lleva a construir un panorama social muy distinto. Un panorama con un bello árbol plantado en medio del jardín de nuestra alma, lleno de hojas muy variadas de color, pero todas bellas y especiales, anhelando siempre que sea el aire, ese que tanto queremos, qué sea él, el que las lleve por el camino de la paz y del amor.
Ahora cuando todo ha terminado, al menos oficialmente, llego nuevamente a casa a través de los Viburnos opulus multicolores, la Wisteria toda amarilla, los prunos recortándose sobre el cielo que parece limpio, creo que un nuevo camino se ha dibujado, el del encuentro. Y desde estas lineas saludo a todos, a Eloy Portillo, de la Federación de Comunidades Budistas de España; Sheij AbdelWahid Martín, Sheij Ahmed Dede y Rafa Millán (Shihabuddin), de Tariqat Naqshbandi – Madrid; Bhakti das (D. Francesc J Martin) representante de Divine Life Society Barcelona- Branch; Mario Sabán de Tarbut Sefarad; y Fr. Jesús Sanz y Fr. Luis Aguilera, de la Orden de los Carmelitas Descalzos. A Mamen Prados, y a toda la comunidad del CITeS ( Ávila). Os dedico esta canción de Bizet tan preciosa, ” La Pavana para una infanta difunta”, esperando que entre como un nuevo aire cargado de hojas, en vuestras meditaciones y oraciones por la paz en el mundo.
… conozcamos nuestra miseria,… cualquier desasosiego y guerra, violencia, fanatismo, intransigencia, incomunicación, se puede sufrir con hallar paz adonde vivimos, hablando y compartiendo oraciones juntos como hermanos , empujando todos este carretilla lleno de hojas, mientras plantamos un nuevo árbol que dé sombra al mundo que abrasado, se quema.…Un abrazo a todos.
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